DEFIANCE, Ohio, EE.UU. (AP) —
Eran más pequeñas que las tarjetas que estaba acostumbrado a ver.
Pero algunos de los beisbolistas ahí retratados le parecieron familiares: Ty Cobb, Cy Young y Honus Wagner, todos miembros del Salón de la Fama.
Luego, puso la caja en un tocador y volvió a hurgar entre otros cachivaches en el ático.
No fue sino hasta dos semanas después que se enteró de que su familia se había topado con lo que, según los expertos, es uno de los hallazgos más grandes y emocionantes en la historia de las tarjetas coleccionables sobre figuras deportivas. Se trata de un descubrimiento que valdría millones de dólares.
Las tarjetas forman parte de una serie sumamente rara que se imprimió alrededor de 1910. Hasta ahora, las pocas que se conservaban no se encontraban en buen estado. Muchas tenían imágenes casi borradas o los bordes desgastados. Pero las halladas en el ático del poblado de Defiance lucen como nuevas después de más de un siglo.
Sus colores son brillantes y los bordes lucen blancos y perfectamente delineados.
"Es como encontrar la Mona Lisa en el ático", dijo Kissner.
Los expertos en tarjetas que autenticaron el hallazgo dijeron que quizás nunca vuelvan a ver algo tan impresionante.
"Todos los descubrimientos del futuro tendrán que compararse con éste", opinó Joe Orlando, presidente de la organización Professional Sports Authenticator.
Las mejores piezas del paquete, unas 37 tarjetas, reunirían un total de medio millón de dólares en agosto, cuando se subasten durante la Convención Nacional de Coleccionistas de Artículos Deportivos en Baltimore. Hay un total de 700 tarjetas, que podrían recaudar hasta 3 millones de dólares, según los expertos. Incluyen imágenes de leyendas como Christy Mathewson y Connie Mack.
Kissner y su familia dicen que las tarjetas pertenecieron a su abuelo Carl Hench, quien falleció en la década de 1940. Hench tenía una carnicería en Defiance, y la familia sospecha que recibió las tarjetas como un artículo promocional de una compañía de caramelos que las distribuía junto con sus productos.
Los familiares conjeturan que Hench obsequió algunas tarjetas a los clientes y se quedó con otras.
"Suponemos que las guardó en el ático y se olvidó de ellas", dijo Kissner. "Permanecieron ahí, congeladas en el tiempo".