Se vivió un episodio inédito en la cobertura periodística de la Selección Mexicana. La noche del martes en el estadio de Atlanta, los medios de comunicación acreditados rompieron con los futbolistas por su evidente falta de respeto a los reporteros.
Resulta que estaban en zona mixta representantes de Fox Sports, ESPN, Medio Tiempo, SDPnoticias, MVSTV, Univisión Los Angeles, Claro Sports, Latinus, Radio Centro, Azteca, Televisa y algunos medios locales más; sin embargo, los futbolistas de la Selección Mexicana no salían a dar declaraciones.
Pasó el tiempo y la explicación que dieron es que los señores estaban cenando. Incluso, les informaron a los corresponsales que si querían declaraciones debían esperaran a que los seleccionados terminaran de comer su lunch box.
Pero eso sí, las entrevistas para los medios con derechos se dieron de manera inmediata en una zona reservada para tal efecto, algo que si bien no tiene nada de extraño, ni es malo, si es una diferenciación enorme entre unos y otros.
Los organizadores del partido, SUM (Soccer United Marketing) no podían creer que los seleccionados mexicanos no salieran a donde debían, y así pasaban y pasaban los minutos hasta convertirse en horas. Si, casi dos horas de finalizado el partido seguían sin salir, porque los “estelares” mexicanos, seguían metiéndole a su gran cena.
Fue exactamente en ese momento cuando explotó el asunto y de manera solidaria se unieron los medios para irse de la zona mixta, pero había un problema: debían ser todos o ninguno.
Así que se fueron todos menos uno. TUDN no se atrevió a hacerlo. Quizá por ahí existió la orden suprema de la Federación Mexicana de Futbol en torno a que ellos no podían dignificar su profesión.
Medios de comunicación que lo único que hacen es su trabajo. Informar, ser el mediador entre el jugador y la afición, la cual es sobajada cada vez que se puede por directivos, futbolistas y entrenadores.
Por ahora ya se dio el rompimiento de los medios con los jugadores, incluso estos mismos han solicitado que ya ningún reportero se hospede en el mismo hotel que ellos, que tengan absoluta intimidad, porque les resulta incómodo subir o bajar en un elevador con algún periodista.
O bien, que los medios vean como se la pasan con sus familias, amigos y representantes en el lobby, como si fuera un secreto de estado lo que sucede en un equipo de futbol.
Desadaptados, sobrevalorados y ahora hasta odio a los medios de comunicación. Esta es la actual Selección Mexicana de Jaime Lozano, la que exige y exige privilegios pero que no le puede ganar a equipos asiáticos.