Vaya golazo el que anotó Sadio Mané, delantero senegalés del Liverpool que bien pudo haber marcado el tanto merecedor del Premio Puskas que otorga la FIFA al mejor gol del año. 

Fue al minuto 20, cuando el senegalés -quien había abierto el marcador para los Reds- recibió el balón dentro del área, pero su recepción le quedó un poco atrasada; no obstante, se repuso y definió con un soberbio ‘taquito’ imposible. 

Sin duda este es uno de los mejores goles en lo que va del año, no solo por la capacidad de reponerse a una no tan buena recepción, sino también por definir con un taquito atípico que no se fue raso, sino que fue picado para vencer al arquero.