Los capitanes de las selecciones europeas que planeaba usar un brazalete en alusión a la comunidad LGBTI sufrieron un duro revés en Qatar 2022.
Y es que los capitanes no podrán usar el brazalete con los colores de la bandera LGBTI debido a las amenazas de la FIFA.
El máximo organismo advirtió que habrían sanciones deportivas para los capitanes que osaran sacar el brazalete en contra de la discriminación y en favor de los derechos humanos.
En un comunicado firmado por las selecciones de Alemania, Inglaterra, Bélgica, Suiza, Dinamarca, Países Bajos y Gales, se explicaron los motivos para abdicar.
“Como federaciones nacionales no podemos poner a nuestros jugadores en una posición en la que puedan enfrentar sanciones deportivas, incluidas tarjetas”, se leyó en el comunicado.
Se tenía pensando que Harry Kane, en el duelo ante Irán, sacara el brazalete en reconocimiento de la comunidad LGBTI.
“Estamos muy frustrados por la decisión de la FIFA que creemos que no tiene precedentes”, concluyeron las selecciones firmanes.
Qatar 2022, una plataforma política
El brazalete con los colores de la bandera LGBTI no es el único elemento político que se ha pensado en el marco de Qatar 2022.
Ya que, por ejemplo, los jugadores de Irán no cantaron su himno en la previa del duelo ante Inglaterra a manera de protesta contra su gobierno.
Vale decir que el Mundial de Qatar 2022 está en el centro de los cuestionamientos por, entre otras cosas, los miles de trabajadores muertos durante la construcción de los estadios; según distinos medios fueron más de 6 mil 500.
Otro tema en Qatar 2022 ha sido el de los derechos humanos de mujeres y de comunidades como la LGBTI, la cual no tiene garantizada sus libertades más básicas.
Pese a que la FIFA prometió respeto al tiempo que l pidió para la cultura catarí, lo cierto es que ya se han dado varias muestras de la intransigencia de las autoridades del país sede.
Como por ejemplo la censura sufrida por periodistas durante su trabajo.
La FIFA y su hipocresía
La FIFA se ha llevado buena parte de las críticas por haber otorgado la sede del Mundial a un país como Qatar.
Incluso la propia FIFA se ha visto afectada por las decisiones del gobierno de Qatar, como la de prohibir la venta de cerveza en los estadios.