Miguel Layún estalló y, sin importarle que estaba detrás de un micrófono, mandó un claro mensaje a la Conmebol y a la Copa América; les dijo que “se chinguen”, pues no es posible que no sean “capaces de organizar un evento”.

Miguel Layún, al igual que miles de voces alrededor del mundo, mostró su indignación por las brutales imágenes de los miles de aficionados (sin boleto) intentando ingresar al Hard Rock Stadium de Miami, Florida, Estados Unidos.

Lo que debía ser una fiesta terminó en un descontrol absoluto, con un irrisorio protocolo de seguridad, violencia, portazos, niños llorando, zonas de acceso colapsadas y la falta de claridad por parte de Conmebol.

La estrategia de los organizadores para calmar los ánimos fue abrir las puertas del estadio Hard Rock Stadium, lo que provocó un sobrecupo evidente, en la final Argentina vs Colombia.

¿Qué dijo Miguel Layún sobre la final de la Copa América 2024?

Miguel Layún no soportó las imágenes de los aficionados violando las reglas de seguridad, la ausencia de policías y el gris protocolo de la Conmebol y la Copa América 2024. El exjugador pidió que se suspendiera el partido y “que se chinguen los organizadores”.

“Perdón que lo diga, pero que se chinguen, si no fueron capaces de organizar un evento de esta magnitud. No puedes ser tan inhumanos”, señaló Miguel Layún.

Más tarde, el actual analista de TUDN, compartió una imagen del sobrecupo del estadio y aseguró que era “una verdadera mamada”.

“No puede ser que no les importe la seguridad de la gente, carajo”, señaló Layún.

“Abrieron las puertas sin chequeo de boletos, ya no hay ni pasillos por los cuales pueda salir la gente, ojalá esto no termine mal”, puntualizó.

Mensaje de Miguel Layún en redes sociales.

La final de la Copa América 2024 se jugó pese al vergonzoso control de seguridad

Miguel Layún explotó contra los organizadores de la final de la Copa América 2024, pero al final, el partido se disputó.

A pesar de las imágenes previas a la final de la Copa América 2024, el partido se jugó y tanto la Conmebol como los organizadores mandaron un mensaje claro: el dinero es más importante que la seguridad de los aficionados.

El partido comenzó casi una hora y media después de lo previsto. Los organizadores dieron carpetazo a lo sucedido y continuaron con el protocolo de la final como si nada.