Existe un gran malestar en la Selección Mexicana por las decisiones de Tata Martino, el DT del equipo nacional.
Que no alineara Edson Alvarez, Henry Martín, Rogelio Funes Mori o hasta Orbelín Pineda, fue motivo de cuestionamientos para el “gran” estratega Gerardo Martino.
El entrenador que defendió su sistema cobarde contra Argentina argumentando que ya lo habían ensayado con éxito fue uno de los más pobres y absurdos argumentos que se han escuchado en su periodo como entrenador nacional.
La última vez que utilizó una linea de tres centrales, con dos carrileros, tres mediocampistas de recuperación y dos delanteros, fue contra Colombia en Santa Clara.
Una noche donde un equipo que ni en el mundial participa, evidenció las falencias de Martino, derrotándolos y ridiculizándoles en uno de los últimos partidos de preparación para Doha.
Tata Martino, el único responsable del fracaso
Tata Martino es el responsable del fracaso contra Argentina, nadie más. Ni Yon de Luisa, ni las televisoras, por eso es curioso que las miradas vayan hacia los directivos antes de evaluar lo hecho por el argentino en el Lusail de Qatar.
Edson Álvarez no jugó, según trasciende, porque el Tata Martino consideró que es uno de los futbolistas que mayor número de balones pierde en el medio campo. Como si Héctor Herrera y Andrés Guardado fueran maquinas de recuperación.
Este tonto y absurdo argumento es el que explicó el entrenador al jugador del Ajax, según nos dicen las fuentes que tenemos en el interior, porque aunque les moleste, existen filtraciones desde Simaisma.
Rogelio Funes Mori no fue utilizado porque qué iba a decir la gente, que otro argentino jugará contra Argentina sería como evidenciar su preferencia por el delantero de los Rayados de Monterrey, que claro que la tiene.
Pero tampoco jugó Henry Martín porque considero que era más valioso Raúl Jiménez sin estar al 100 por ciento, bueno ni al 20 y eso fue evidente desde que entró al campo.
¿Y Orbelín Pineda? Solo observando porque Tata Martino prefirió a un jugador del montón de la Liga MX a uno que él mismo le dijo que se cambiara del Celta a algún otro equipo donde jugará, claro si quería participar en el mundial.
Pues se cambió, ahora en el AEK de Atenas y ni aún así confió en él.
Gerardo Martino se convirtió en el mal querido, en el monstruo de la Selección Mexicana.