Sin duda alguna el 2020 significó una prueba de fuego para muchos de nosotros, pero entre las historias de superación y fortaleza que tuvieron que sortear muchos mexicanos, también están las de los atletas que se prepararon durante años para poder obtener un lugar para los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020.
Las historias de Lenia Ruvalcaba y Gustavo Sánchez son ejemplares para reconocer el esfuerzo que implica soñar con ser atletas de alto rendimiento. Antes de que la pandemia fuera un obstáculo para entrenar, Lenia, originaria de Jalisco, desde muy pequeña sufrió de astigmatismo y miopía, entre otros padecimientos oculares, lo cual significó su primer gran reto como persona. Mientras que Gustavo, nació en la Ciudad de México en 1994 con una malformación congénita en ambas piernas y brazo derecho. Sin embargo, para ambos, esto no terminó con la lucha por sus sueños.
Con el apoyo de su familia, ambos atletas comenzaron su camino para representar a México en la justa olímpica. Sin embargo, también era natural que hasta la vida de la familia cambiaría si querían asistir a los Juegos Paralímpicos: “En un principio fue un poco complicado con mis papás decirles: ‘Hay que entrenar más, voy a tener el doble de sesiones’ nos confiesa Lenia “No fue difícil, pero tuvieron que ver cómo iba a funcionar todo el proceso y fuera de eso no tuve problemas serios. Me di cuenta que era buena y afortunadamente, llegaron a mi vida las personas adecuadas para explotar esa parte”.
Por otra parte, para la familia de Gustavo les fue imposible sacarlo del agua desde muy temprana edad: “Yo ya sabía flotar porque a los 6 meses de nacido me metieron a una alberca por primera vez. Eventualmente, mis papás se dieron cuenta que a mí me encantaba el agua. A los 6 años me inscribieron formalmente a Ciudad Universitaria y así fue como comenzó todo” nos dice Gustavo.
El camino para un atleta de alto rendimiento siempre va a estar lleno de retos, pero esto también sirve para inspirar a los atletas a seguir adelante, incluso cuando por momentos se topan con el fracaso, como señala Lenia “Al final se volvió enseñanza, pero haber regresado de Londres sin medalla me ayudó a reconocer que había hecho de todo para obtener una medalla pero que me faltó entrenar, fue un aprendizaje de los más grandes. Londres fue un trago amargo pero me sirvió para regresar más fuerte” Londres 2012 fueron los únicos JJPP en los que la judoca no logró medalla, pero para Río 2016 se alzó ni más ni menos con la presea dorada.
No es un secreto que a pesar de las medallas que logran los atletas en las justas olímpicas, muchas veces deben sortear un sinfín de obstáculos para mantener su nivel deportivo -y si hablamos de atletas paralímpicos estos obstáculos son mayores-, pero tanto Gustavo Sánchez como Lenia Ruvalcaba, el apoyo que reciben de Team Citi es algo que los ha ayudado a seguir su sueño olímpico.
Para Gustavo, son más que solo un apoyo. “Además de abrirme las puertas y tratarme increíble, ellos me tratan no sólo como un atleta, sino como una persona, como un ser humano, como un miembro de la familia. Ellos (Team Citi) pueden decirme ‘¿Quieres ir al campamento? Vamos, yo te llevo’ y sabes que eso te foguea, porque sabes que como atleta te da seguridad porque sabes que alguien meterá las manos al fuego por ti”.
Una atleta con las medallas y la experiencia como lo es Lenia, no teme en ocultar su sorpresa y gusto por el apoyo que reciben “Me sorprendió mucho que son los patrocinadores de los JJPP. No es secreto que la mayoría de los patrocinadores siempre se van por gente convencional, y el hecho que Team Citi solo patrocinara atletas paralímpicos fue una experiencia muy padre. Es un gusto ver que por primera vez se están fijando solamente en el deporte paralímpico y que le estaban echando toda la carne al asador a nosotros”.
Para nuestros atletas paralímpicos que representarán a México, les queda un último paso dentro de su preparación donde deberán llegar a Tokio para comenzar sus preparativos, mejorar su rendimiento y finalmente buscar la gloria olímpica, pues aunque no habrá público en esta ocasión en los Juegos Paralímpicos, el apoyo debe sentirse desde nuestro país. “Al principio de nuestra carrera no tienes ningún apoyo y debe ser la familia la que hace los sacrificios, pero hay veces que no logran alcanzar a apoyar a esa persona; creo que deberían animarse muchas otras empresas como lo hace Citibanamex y apoyar a los atletas que lo necesitan y patrocinarlos” concluye Gustavo Sánchez.