Eric Dudley, un sacerdote de la Iglesia Anglicana de San Pedro en Tallahassee, Florida, está siendo investigado por autoridades eclesiásticas luego de que estas recibieran la noticia de que está acusado de abusar sexualmente de varios hombres. Además de la violencia, la ironía se ha apoderado de este caso, pues se sabe que el acusado es abiertamente homofóbico.
De acuerdo con el sitio de noticias Pink News, en 2005, Dudley habría dejado su puesto al frente de la Iglesia Episcopal de San Juan, luego de que esta incluyera en su plantilla a un sacerdote homosexual que no tenía miedo de aceptarlo frente al mundo; ante esto, él declaró que no estaba dispuesto a soportar las "herejías profundamente impenitentes" en la iglesia de la que formaba parte, así que iniciaría una propia.
Fue de ese modo que Dudley fundó la Iglesia Anglicana de San Pedro, basada principalmente en su posición en contra de las personas homosexuales y todo lo relacionado con ellas. Sin embargo, la incongruencia se apoderó de su discurso cuando el año pasado fue acusado de mala conducta sexual en contra de otros hombres.
Tras investigar el caso, la Godly Response to Abuse in the Christian Environmen -organización cristiana dedicada a resolver acusaciones que ponen en tela de juicio el comportamiento de religiosos- llegó a la conclusión de que Dudley había acosado y abusado sexualmente de aspirantes a sacerdotes y otros hombres cuando aún era líder de la congregación de San Pedro.
Además, ahora se sabe que el sacerdote abusó de hombres vulnerables que recién habían llegado a la comunidad, que carecían de una red de apoyo o que tenían problemas financieros y se acercaban a él en busca de ayuda. Como respuesta, Dudley se ofrecía a acompañarlos en los momentos difíciles y comenzaba a acercarse a ellos a través de regalos, invitaciones a comer y otras atenciones.
Posteriormente, habría comenzado con el acoso que luego justificaba diciendo que “él era cariñoso y era su forma de mostrar afecto”.
Una de las víctimas de Eric relató que en una ocasión, el sacerdote lo llevó a un viaje, insistió en que compartieran habitación de hotel y por las noches, despertaba con la mano del agresor tratándole el pecho o la espalda por debajo de la ropa. Él insistía en que no era se trataba de un acto erótico y comparaba sus sentimientos con el deseo de “acurrucarse con un hijo”.