En agosto de este 2019, Coca-Cola se enfrentó a un episodio de homofobia al presentar en Hungría su campaña “Love is Love”, que, bajo el slogan de “cero azúcar, cero prejuicios”, mostraba a tres parejas de jóvenes compartiendo una botella de la bebida; una era de hombre y mujer, otra de hombres y una más de mujeres.
La diversidad mostrada en la campaña causó gran indignación entre cientos de usuarios de las redes sociales que, de inmediato amenazaron con boicotear a la marca si no retiraba la publicidad.
Sin embargo, el escándalo no se quedó en una polémica virtual, pues en el tema también se inmiscuyeron legisladores del conservador Fidesz, el partido con mayor representación en el país europeo.
A pesar de las amenazas, la compañía refresquera se rehusó a retirar sus anuncios y una vez que la primera parte de la campaña concluyó, estos fueron sustituidos por carteles con botellas pintadas con la bandera de arcoíris, informa el medio local 24.hu.
Todo parecía haber terminado para la empresa, pero el pasado 15 de octubre se anunció que se le impuso una multa de casi 32 mil pesos (500 mil florines húngaros) por supuestamente infringido las leyes de publicidad nacionales.
Además, la oficina de protección al consumidor determinó que los anuncios debían prohibirse como medida para “proteger a los niños y menores” y añadió que los antes mencionados materiales son capaces de causar daños mentales, físicos y emocionales en dicho sector de la población.
“Puede perjudicar el desarrollo físico, mental, emocional y moral de niños y menores”
Oficina de protección al consumidor
Por su parte, Coca-Cola declaró que la intención de la campaña era resaltar los valores de la compañía acerca de la diversidad y la equidad.
“Creemos que todos somos iguales independientemente de la religión, género, etnia, idioma (...) valores que se expresan en nuestros anuncios”
Coca-Cola