JK Rowling ha sido tildada de transfóbica luego de defender con un tuit los comentarios de odio por los que fue despedida la investigadora Maya Forstater, quien hace tiempo afirmó que una mujer trans no puede describirse como mujer debido a que sólo existen dos sexos.

Su post generó polémica en Twitter al dejar entrever la verdadera visión de la autora de Harry Potter con respecto a la inclusión y la diversidad, a pesar de que un juez laboral determinó que Forstater había ignorado los derechos legales de una persona trans al momento de hacer tales comentarios.

JK Rowling defiende comentarios transfóbicos

Asimismo, los usuarios se dijeron desilusionados con la postura de Rowling, a quien creían una persona tolerante y de mente abierta debido a que en varias ocasiones ha dejado en suspenso la verdadera orientación sexual de Albus Dumbledore, personaje que muchos consideran gay.

"Vístete como quieras. Llámate como quieras. Duerme con quien quieras. Vive tu mejor vida en paz y en seguridad. ¿Pero obligar a las mujeres a dejar su trabajo por afirmar que el sexo es real?"

JK Rowling escritora.

Es por esta razón que miles de tuiteros también calificaron a la creadora del mayor mundo mágico como una TERF, "feminista radical excluyente trans", afirmando que desconoce el mal que podría causarle a los niños y adolescentes que están en proceso de transición o que todavía no están seguros de lo que son.

 

Maya Forstater; la investigadora trans homofóbica

El pasado mes de marzo, Maya Forstater fue expulsada de su trabajo como experta en fiscalidad después de publicar mensajes ofensivos y de odio contra las personas trans, en donde cuestionaba los planes del Reino Unido de facilitar el reconocimiento de la identidad de género.

Forstater decidió entonces emprender una batalla legal contra sus empleadores, al considerar que sólo había expresado lo que dice la ciencia: que existen sólo dos sexos biológicos. No obstante, un juez le señaló que si una persona tiene un Certificado de Recocimiento de Género, esa persona es legalmente mujer, o legalmente hombre, según se dicte.