Wendy Martínez, también conocida como Miss Gaviota, es la única luchadora transexual de lucha libre mexicana, quien los domingos entrega todo de sí en el ring, igual que lo hace en su estética, segundo oficio de Wendy.

Nuestra heroína vive en una vecindad de La Lagunilla, en el Centro de la Ciudad de México, donde atiende su salón de belleza de lunes a sábado. En la misma vecindad viven algunos de sus ocho hermanos, todos procedentes de Torreón, donde trabajan de comerciantes en los tianguis.

Es a un lado de su balcón donde guarda todos su trajes, máscaras y vestidos que usa en las peleas. "Una recibe lo que da", dice Wendy, quien suele mantener conversaciones con la muerte cuando se siente sola, pues le rinde culto y hasta tiene un altar para ella.

Miss Gaviota se presenta en la Arena Naucalpan, pero antes suele comer comida china. A las cinco de la tarde, Los Exóticos, luchadores que surgieron en 1940 y que interpretaban personajes afeminados; (varios de ellos revelaron su homosexualidad en 1980), se enfrentan a Las Guerreras.

"Los Exóticos estamos tratando de derrumbar el tabú de la homosexualidad", comenta Wendy, y agrega: "Arriba del ring dejo de ser la persona frágil que soy".

Pese a que Gaviota ha llegado a ser reconocida en la lucha libre independiente, no deja de ser víctima del machismo y homofobia, sin embargo, en palabras de la propia luchadora, arribe del ring se ve quien es quien.

Cuando la batalla termina, Miss Gaviota besa en la boca a uno de los asistentes, firma autógrafos antes de partir y le reza a la Virgen de Guadalupe para salir convertida en la Wendy de siempre.

Con información de Chema Artero para Vice.