Diana Sacayán fue asesinada en octubre de 2015 por dos hombres que la torturaron. Dos días después, su cuerpo fue hallado con 27 lesiones producidas por una arma blanca en Sacayán, Argentina.

Hoy, el homicidio será considerado como un crimen de odio que resultó de la violencia de género, pues Diana era una reconocida activista trans y el principal responsable es Gabriel David Marino, un joven de 25 años. 

El hombre está acusado de "asesinato triplemente agravado por haber sido ejecutado por odio a la identidad de género, con alevosía y robo" en un juicio histórico que por primera vez califica el delito como 'travesticidio'.

El principal argumento para el empleo de esta figura es que el hecho se caracterizó por un alto grado de violencia, ya que los fiscales determinaron que existieron signos de ensañamiento que exceden la mera intención de matar.