Desde hace ya varios años, el casting de las películas y series inspiradas en obras clásicas o adaptadas de cómics, series y demás; han causado revuelo entre los fans del material original; cosas como la capacidad histriónica, aspecto físico o raza han sido los principales argumentos para denostar a actores y actrices sobre el papel que interpretarán.
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La lista de personalidades atacadas es larga: Heat Ledger, Ben Affleck, Brie Larson, Gal Gadot, Zendaya, Michael B. Jordan, Will Smith, Scarlett Johansson, Anna Diop, Robert Pattinson, y un largo etcétera al que se suma Halle Bailey, por su nombramiento como la nueva Ariel en el live-action de La Sirenita. En todos estos casos se ha señalado que se rompe con la esencia del material original. Sin embargo, hay un caso en especial que sería la antítesis de todo, Jason Momoa como Aquaman; que aunque hizo un poco de ruido, en general el nombramiento fue relativamente bien recibido por los fans. ¿A qué se debió esto? Vayamos por partes.
Nadie quería a Aquaman
¿Qué tienen en común actores y actrices citadas en el párrafo anterior? Todos interpretan a personajes conocidos, o con una base fuerte de fans; Ledger al Joker, Anna Diop a Starfire, Will Smith a Deadshot, Affleck y Pattinson a Batman; estamos hablando de seres de ficción con varios años en el mercado que han pasado de generación en generación; para los seguidores, son personajes que los han acompañado toda su vida y les representa alguna clase de ideal, algo digno de imitar o admirar; sí y sólo sí cumple con ciertos canones en cuanto a desarrollo dramático, actitud y apariencia, un cambio mínimo resulta en una afrenta personal.
Ahora bien, ¿qué pasa con Aquaman? El Rey de la Atlántida también tiene un largo recorrido en la cultura contemporanea, sin embargo, algo jugó en su contra; en realidad nunca fue un héroe con el que conectaran muchas personas. Vamos que era visto como un ser cómico y ridículo, siendo catalogado durante mucho tiempo como el peor de los miembros originales de la Liga de la Justicia.
Esto se debe a que sus diversas representaciones, principalmente en series animadas, lo mostraban como alguien que sólo podía hablar con los peces y que fuera del agua no hacía nada más; asimismo, su imagen montando un hipocampo, así como todo su semblante en general no atraían al público. Aunque DC trató de cambiar esto en varias ocasiones, el atlante seguía en un plano muy secundario. Se mantenía como motivo de burla y ni siquiera era tan relevante en versiones modernas de la Liga de la Justicia en televisión.
Zack Snyder y su visión oscura de Aquaman
Con el acontecer del DCEU, Zack Snyder trató de reimaginar a todos los héroes principales de DC, dándole una visión más realista y oscura de los mismos. Uno de los afectados y que más cambió fue Aquaman; de ser un personaje rubio con armadura de colores chillones, pasó a ser un hombre con apariencia de bárbaro, lleno de tatuajes y de mala actitud. El elegido para el papel fue Jason Momoa, quien en poco o nada se parece al héroe de cómic.
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Este cambio y elección de actor llamó la atención de todo el mundo, no porque hubiera una ofensa, más bien porque se comenzó a ver al "chiste de la Liga de la Justicia" como alguien de cuidado, pues el semblante de Momoa impone más que el del tradicional Arthur Curry. Aquaman no tenía tantos fans, así que a muy pocos le importó el movimiento, además incluso estos vieron como una evolución en el personaje este cambio de apariencia, que por fin se le podría hacer justicia.
Su presentación en Liga de la Justicia y posterior película individual sólo vino a reforzar ese idea entre la gente; incluso Warner decidió tomar todos los elementos por lo que era criticado (luchar en el mar, hablar con los peces, cabalgar hipocampos), para volverlos a presentar con un tratamiento más agresivo.
La Sirenita y Halle Bailey
Ahora el caso del momento, Halle Bailey y La Sirenita. Aquí todo opera al revés que Aquaman, Ariel es una de las princesas más importantes de Disney, miles de niñas y niños, ahora en etapa adulta, la tiene como un personaje importante para su vida. Como mencionamos, cualquier movimiento a el mito es mal recibido, pues se toma como una ofensa directa, se quiere que todo se quede de forma inamovible.
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Así como se aceptó que Arthur Curry pasara de ser un "rubio ñoño" a un hombre fornido con apariencia de guerrero medieval; aquí se rechaza que la sirena pelirroja de tez blanca, pase a ser una de tez más obscura. No se está criticando su capacidad actoral, sólo su parecido con el ser de ficción.
Lo curioso del caso es que con Momoa sí podía haber temores reales acerca de su actuación; él no era reconocido por entregar grandes papeles, pues todos se basan en representar precisamente lo que parece, un hombre rudo con tendencias barbáricas; la muestra es su interpretación de Khal Drogo en Game of Thrones y Conan en la nueva versión de Conan el Bárbaro, esta última un fracaso en taquilla y en la serie de HBO sólo apareció en algunos capítulos, sin tener grandes diálogos, hay que mencionar.
Juzgar a un libro por su portada
¿Halle Bailey hará una mala Ariel? No se puede saber, pues lo único que tenemos es su imagen; deberemos de ver cómo hace el tratamiento Disney con ella, y aún así, eso no significa que, de dar una mala interpretación, todo sea su culpa. Hemos visto grandes actores, de los que se espera mucho en papeles de superhéroes que entregan actuaciones pobres, mientras que gente de la que nada se espera, e incluso es despreciada, se acaba convirtiendo en referente. Anna Diop sorprendió con una increíble Starfire, lo mismo que Gal Gadot como la Mujer Maravilla; por otra parte, Jared Leto, considerado uno de los grandes interpretes del siglo XXI, con varios premios en su haber, se acabó convirtiendo en la versión de Joker más odiada de la historia.