Año 2019, el mundo cuenta con un satélite gigante que ayuda a controlar el medio ambiente. Esta maravilla tecnológica llamada “Dutch boy”, creada por el científico más brillante de la tierra (Gerard Butler)  y su hermano (Jim Sturgess), vino a salvar a la humanidad, pero, un aparente desperfecto comienza hacer estragos meteorológicos como nevadas mortales en Afganistán o granizadas gigantes en Tokyo. Es hora de arreglar esto y solo tenemos una salvación, la inteligencia del más grande científico que jamás la humanidad había presenciado.

Traído a la pantalla grande por el productor que nos dio “Día de la independencia”, “Godzilla” -la de los noventas- ,“Stargate” y que ahora le quita la silla de director a alguien con talento y decide contarnos esta odisea de acción noventera. Dean Devlin intenta crear una cinta de desastre pornográfico y nos presenta un videohome de más de 100 millones de presupuesto -supuestamente, los efectos especiales nos dicen otra cosa-. No existiría problema alguno si se tratara de una ligera comedia de acción, pero como siempre en este género, se toma demasiado en serio causando un festival de bostezos y una audiencia que desea que su protagonista muera en algún momento solo para regresar a casa. 

Por si fuera poco, sufre de una afección mortal: ser obvia. Desde el minuto diez sabemos quién es el villano oculto que se supone hasta el segundo acto sabríamos de su presencia. Los diálogos por su parte son el verdadero desastre.  Los diálogos de Gerard Butler podrían causar un derrame ocular de la risa involuntaria en los espectadores. Devlin toma al pie de la letra las lecciones que aprendió de Roland Emmerich y nos presenta con un infinito número de subtramas: relación padre e hija, relación de hermanos, una relación amorosa con una agente federal, conspiraciones sin salida, y directivos extremadamente furiosos todo el tiempo.

Pasemos al elenco, por supuesto que tenemos al actor por el que esta cinta no fue a parar a dvd o algún canal básico de cable, Gerard Butler que busca presentarnos a un científico brillante con altos valores morales, nadie le cree; Jim Sturgess -que eternamente tiene un look como si tocara bajo con la banda “Oasis” en 1997- que interpreta al hermano incómodo que despidió en algún momento y que encarecidamente esta ayudando el misterio de conspiración espacial. Abbie Cornish que interpreta al elemento amoroso de nuestro personaje principal y esta parte si es una verdadera lastima, la actriz hace un esfuerzo por ser creíble, pero a nadie le importa mientras su cheques no reboten. Y Ed Harris que sirve para dar un poco de credibilidad. 

Geo-tormenta es un golpe bajo, pero muy bajo a la audiencia, pudo haber sido una cinta ligera del género “es tan mala que es buena” pero decidió tomar el camino digno intentado ser su propia versión de “Armageddon” careciendo de la habilidad e inteligencia para lograrlo.