Entramos a una nueva etapa con esta franquicia que se niega a extinguirse, ahora en su quinta entrega y después de ya agotar el concepto iniciado hace quince años, los directores nos marcan una nueva pauta mandando a la prehistórica ardilla a donde ningún terrícola a estado: el espacio exterior.
Scrap y su viaje estelar desencadena en una serie de accidentes más cercanos a una animación de los 50's de Warner Bros mas que a un evento científico, pero como siempre en estas ocasiones se renuncia a la lógica... queda disfrutar de una teoría fundamental: “siempre hay nuevas ideas para viejos conceptos, pero nunca se mencionó que fueran buenas”
Mientras toda la carambola estelar está sucediendo en el espacio exterior, en la tierra las cosas son igual de desastrosas cuando la hija de Manny, el mamut, quiere contraer nupcias con el primer “mirrey” de la historia, un mamut llamado Julian. Un concepto muy particular si nos ponemos a analizar que estas cintas buscan ser ligeras y entretenidas, no un estudio psicológico del síndrome de “nido vacío” que comienza a presentar Manny.
Los veteranos directores logran que el concepto fluya a golpes y ocurrencias más que una trama que atrape. En esta ocasión los personajes sobran, cada diez minutos una vieja o nueva criatura aparece para hacer avanzar la premisa nueva y en el proceso decir un comentario popular de actualidad.
La Era del hielo: choque de mundos es una parte nueva para esta serie moribunda; sin embargo, muy a la sorpresa de su servidor, recupera algo de la energía se sintió al inicio y que tanto faltó en pasadas entregas.
Sin duda es para disfrutar con los pequeños y volverla a disfrutar una vez a la semana. Aunque si eres soltero y sin hijos, en unos meses la pasaran sin remordimiento los domingos por la tarde en el canal de la distribuidora de la misma, “Fox network”, en pocas palabras no existe escapatoria, así que relájate y olvídate de lo aprendido de ciencia y animales prehistóricos, olvida la lógica.