Aún faltan un par de meses para que dicten sentencia a Pablo Lyle. Para el actor su futuro es un misterio, para nosotros también. Su caso no puede darse por perdido y tampoco por ganado; sin embargo, él puede estar seguro del amor de Ana Araujo, su esposa, quien permanecerá su lado sea cual sea el veredicto.
Lo tiene claro Ana Araujo, su matrimonio con Pablo Lyle es una de sus prioridades. Ya no idealiza el amor, se he enamorado de “una realidad imperfecta” por lo que no reprocha todo lo que ha pasado durante su relación.
"Desde la boda de mi hermano en mi cabeza comenzaron a surgir todas estas ideas que yo tengo del amor, del amor en pareja, del matrimonio y caí en cuenta de la idealización que tengo sobre el amor”, escribió Araujo en su cuenta de Instagram, donde pidió a sus seguidores contarle sus ideas sobre el matrimonio y cómo fue que sobrevivió su relación de pareja al encierro derivado de la pandemia por coronavirus.
"El amor no es como lo pinta en Candy Candy"
Posteriormente, Ana Araujo se sinceró un poco más, culpó a las caricaturas, novelas, series, películas, revistas, libros, la iglesia y la relación de sus papás, de haber tenido por muchos años una idea errónea acerca del matrimonio, por lo que hoy cae en cuenta que la realidad es otra, que su relación con Pablo Lyle es más fuerte y firme.
"Hoy como la adulta que soy sé que el amor de Candy Candy y Anthony y luego con Terry (alguien sabrá de qué hablo) no existe, ja ja ja. El amor tiene distintas formas, es mucho mas real lo que vivo yo ahora con mi esposo que lo que vivíamos hace 3-4 años, porque simplemente tener la oportunidad de ver al otro como realmente es y no la idealización que me había construido, como lo acabo de decir, es una oportunidad en un millón. Claramente es mas fácil y común estar enamorada de una idea ‘ erfecta' que de una realidad imperfecta, pero todos somos imperfectos y lo hermoso es ver la imperfección del otro y sentir: Amor / Compasión / Admiración”
Ana Araujo. Esposa Pablo Lyle
Finalmente, y de acuerdo a su perspectiva, sugiere que Lyle es su espejo y que el error de toda relación es no responsabilizarse porque "nos enseñaron a ser víctimas y no responsables·” por lo que aconseja ser autocríticos y trabajar en pareja para un constante crecimiento. "Dejemos las expectativas atrás. Aceptemos el amor como lo tenemos hoy y si no es lo que quieres para ti, muévete de ahí", pide.
“Te extraño Pablo Lyle. Gracias por tus enseñanzas”, finaliza refiriéndose al hombre con el que se casó en 2014. Actualmente la pareja tiene un hijo en común llamado Mauro.