Carmen Campuzano vivió muchos años sumida en las drogas, situación que la convirtió en una madre ausente para sus hijas gemelas Camila y Daniela.
Por fortuna, Carmen Campuzano está en recuperación y ahora vive un proceso de reconciliación con sus hijas, quienes estaban tan enojadas con ella que no le hablaban.
Las cosas marchan tan bien que Carmen Campuzano asegura que los momentos complicados vividos por sus adicciones ahora se están tranformando en cosas positivas.
"Son momentos complicados que ahora ya se van llenando de otro color más lindo"
Carmen Campuzano
Carmen Campuzano: "la sangre siempre llama”
Por varios años, la modelo tuvo muchas recaídas en las drogas, situación por la que sus hijas quedaron al cuidado de su hermana Ruth por casi 10 años.
Desafortunadamente, ella murió en 2010 y como Carmen seguía con problemas, la custodia de las niñas quedó en manos de su primo Ariel.
Ahora que se encuentra mejor, Carmen Campuzano reconoció en entrevista para 'Ventaneando' que el proceso para recuperar la relación con sus hijas no ha sido fácil.
“He tenido que volverme a ganar el cariño de mis hijas. Quizá no el cariño, pero sí la confianza, porque el cariño ahí está, soy su mamá, la sangre siempre llama”
Carmen Campuzano
Carmen señaló que esto ha sido posible gracias a que suma "ocho años ya, maravillosos, llenos de asertividad, de crecimiento, de una lucha por salir adelante".
Carmen Campuzano dice que nada vale más la pena que estar con sus hijas
En ese sentido, la también DJ agradeció que ahora sus hijas tengan edad para comprender las cosas que vivió por las drogas.
"Hoy que ya pueden entender mejor las cosas, qué maravilla que nos estemos dando una oportunidad para que yo siga resarciendo mis errores con ellas en torno al abandono que tuve"
Carmen Campuzano
Campuzano dice que hoy en día tiene claro que nada es más gratificante que compartir momentos con sus hijas.
"Yo, como madre, creo que una gran lección es que no debe uno dejar de disfrutar a nuestros hijos, porque yo he llegado a reflexiones y nada, ni una sustancia, ni una persona vale la pena
Carmen Campuzano