Cuando se trata de hacer llorar a Gomita, sus hermanos se vuelven expertos, pero su mamá también. Verás, aunque ya son costumbre las pesadas bromas entre los miembros de la familia, la expayasita sigue siendo presa fácil por lo que nuevamente terminó al borde del llanto cuando su progenitora la hizo creer que no la quería ver más en su casa.
En el último video publicado por Gomita en su canal de Youtube “Soy Araceli”, se muestra a la también presentadora de televisión llorar desconsolada porque su madre interrumpe la promoción de los productos que acaba de adquirir para reclamarle que deje de gastar su dinero en cosas innecesarias y que mejor piense en comprarse su casa.
En el video se escucha a la mamá de Gomita regañarla; ella, en respuesta, sólo baja la mirada, le pregunta varias veces si la está corriendo de la casa y le pide perdón justificando que tiene 26 años de edad.
“¡No manches! ¿Y esté desmadre? Tú no entiendes, te gastas el dinero a lo pendejo Araceli. Nada de esto te hace falta. Todo de esto es innecesario ¿Qué edad tienes? Inmadura. No piensas más que en comprar chingaderas ¿Por qué no piensas en un bienestar, en un futuro para ti? Piensa en un casa ¿Cuándo piensas irte de la casa? Te lo gastas en chingaderas, te lo gastas en ropa con amigos que te pagan mal, en viajes ¡Piensa en tu vejez!”
Mamá de Gomita
Gomita rompe en llanto al escuchar las duras palabras de su mamá
El reclamo parece ser tan real que de pronto, Gomita no aguanta y se pone a llorar por lo que su mamá de inmediato se acerca, la abraza y le asegura todo fue una broma en venganza a las anteriores que le ha jugado.
Por supuesto, a continuación te presentamos el video:
Ya tranquila, Gomita explica que sus compras no son innecesarias ya que siempre las terminan usando sus hermanos e incluso su mamá, a quien le reprocha haberla sentido mal así como le pregunta si es verdad que quiere que se vaya de la casa pues “entre broma y broma, la verdad se asoma”.
Al respecto ‘La señora Chave’ asegura que está feliz de tenerla en casa pero sí considera que debe pensar en adquirir su casa pues solo dese que invierta en ella, en su bienestar y no precisamente en las cirugías estéticas.