Luego de varias semanas de haberse iniciado el rumor de la separación de Kim Kardashian y Kanye West, el portal Page Six confirmó que el divorcio de la pareja es inminente, pues “Kim contrató a Laura Wasser y están en negociaciones", dijo una fuente al portal.

Asimismo, aseguró que entre las negociaciones para la separación está la decisión de quién se quedará con la recién remodelada mansión que tienen en Calabasas, California; y aunque el proceso "lo mantendrán en bajo perfil, (…) su relación ya se acabó.”

Además, a la Kardashian se le ha visto sin su anillo de matrimonio en los últimos días, y el cantante pasó las fiestas decembrinas en su rancho de Wyoming; "Kim quiso que Kanye se fuera para allá para que tuvieran vidas separadas y para que tranquilamente se alistaran para la separación y el divorcio. Ella ya tuvo suficiente".

Motivos de la separación

El informante aseguró que, pese a que Kim trató de proteger a su aún marido, quien tiene bipolaridad, ella está decida a divorciarse, pues tiene varias metas que quiere cumplir respecto a su carrera, negocios y fundaciones.

"Está decidida a presentar el examen y ser una abogada y trabaja seriamente en su campaña de la reforma carcelaria, mientras que Kanye habla de ser candidato a Presidente y otras locuras. Simplemente, ya fue suficiente para ella" dijo el informante.

Sin embargo, otra fuente sostiene que el rapero se hartó de la “extravagante vida de las Kardashian y del reality show”, pues este incluso acusó a la familia de querer forzarlo a tomar un tratamiento psiquiátrico.

Además, desde julio, el cantante publicó en Twitter que aseguraba que había querido separase desde que la Kardashian aparentemente se reunió con el rapero Meek Mill, en noviembre de 2018, algo un poco contradictorio ya que en octubre el artista acudió a la celebración de los 40 años de la estrella.