Servir durante 20 años el pan de dios, fue una de las razones más grandes que impulsó al sacerdote Roberto Luna a dejar de lado su sotana en Ciudad Juárez, Chihuahua, para concursar en Master Chef 2017.
“Ahorita estoy tirando rezos y sartenazos para quedar dentro de los seleccionados y poder estar dentro del programa que inicia el próximo 27 de agosto”, comentó Luna.
Luna se desempeña actualmente como párroco en la iglesia Corpus Christi de la ciudad fronteriza.
Desde 1987 decidió dedicar su vida dios, sin embargo en esta ocasión la misma comunidad de la parroquia lo motiva a acudir al casting del programa y así poder concretar otra de sus grandes pasiones.
El gusto por la cocina y la comida lo adquirió desde niño, ya que sus padres se dedicaban a la venta de burritos a las afueras de las maquiladoras instaladas en Ciudad Juárez.
“Desde chico me gusta la cocina, yo veía a mi padre entrarle a la cocinada a hacer burritos y venderlos y desde chico inicié con esto. Ser chef nace primero que nada del hambre y no tiene distinción de sexo, lo puede hacer tanto un hombre como una mujer”, expresó.
Actualmente Luna está a la espera de que el staff de Master Chef 2017 le llame para viajar a la Ciudad de México, competir y quedarse dentro del concurso.“Yo no tenía la certeza de estar en esto y es algo muy bonito, es algo que me da mucho aliento y una nueva esperanza de salir adelante y poder motivar a más personas de mi comunidad a salir adelante”, aseguró.
A sus 45 años, 20 de ellos dedicados al sacerdocio, Roberto LUna invitó a todos los seguidores del programa a apoyarlo para cumplir su sueño de ser un chef profesional.