Blancanieves de Disney ¿es tan mala como aparenta? Te lo decimos en nuestra reseña de 6 puntos.
El 20 de marzo llega a las salas de cine Blancanieves, la nueva película live action de Disney protagonizada por Rachel Zegler de 23 años de edad y Gal Gadot.
Sin embargo, desde los primeros avances de Blancanieves, la nueva película live action no convenció a los usuarios y fans de las Princesas de Disney.
La principal controversia radica en la elección de Rachel Zegler para encargar a la primera princesa de Disney pero, dejando de lado eso, ¿realmente es tan mala como dicen?
Te lo decimos en nuestra reseña de 6 puntos si vale o no la pena ver esta nueva entrega de Blancanieves de Disney.






Blancanieves suma críticas desde antes de su estreno
Blancanieves es una de las películas live action que menos entusiasmo ha generado en redes sociales y entre los fans de Disney; incluso entre los más fieles a las princesas.
No solo por la elección de casting, sino por la polémica sobre los diferentes apoyos políticos de las protagonistas: Gal Gadot de 39 años de edad, siendo pro Israel y Rachel Zegler apoyando a Palestina.
Aunado a esto, los escándalos se posaron en Blancanieves por el supuesto uso excesivo de CGI en personajes clave para Blancanieves como los 7 enanos.
Pero ¿la trama de Blancanieves realmente vale la pena o las críticas en redes sociales más allá de la apariencia, postura política y efectos digitales logran hundir a la película? Estos son nuestros 6 puntos de la reseña:
- Rachel Zegler brilla como Blancanieves, pero no logra convencer en la historia
- El uso excesivo de CGI en Blancanieves, le juega en contra
- Gal Gadot ofrece una actuación mediocre para la Reina Malvada
- Las nuevas canciones en Blancanieves son innecesarias
- La nueva historia da frescura a la vieja trama de Blancanieves, pero termina siendo confusa
- Blancanieves se muestra como una princesa valiente, pero termina cayendo en el cliché

Rachel Zegler brilla como Blancanieves, pero no logra convencer en la historia
Blancanieves llega el 20 de marzo a las salas de cine, y pese a las críticas y polémicas, Rachel Zegler logra darle personalidad a su versión de la princesa clásica de Disney.



La potencia de su voz, las canciones y armonías que logra, así como el carisma que tiene son palpables a través de la pantalla y en efecto, es lo más rescatable de Blancanieves.
No obstante, si nos quedamos con la historia del clásico estrenado en 1937, la trama para el live action cambia bastante e incluso se siente como si estuvieras viendo una historia diferente, casi como si fuera un pastiche.
Pues aunque Blancanieves tiene elementos del cuento clásico como los enanos, la Reina Malvada o incluso a la propia princesa; la historia va por un camino diferente.
En esta versión no hay un príncipe para Blancanieves, pero sí hay un interés amoroso que servirá como medio para el hechizo de la Reina Malvada y nada más.
Por lo que aunque Rachel Zegler logra lucirse como la nueva Blancanieves para esta versión live action, la historia y el formato no logran ayudar en absoluto.

El uso excesivo de CGI en Blancanieves le juega en contra
Otra de las cosas que le juega en contra a Blancanieves sin duda alguna es el exceso del uso de CGI.
El CGI es un elemento que facilita las cosas e incluso en algunas películas se ha colocado como el motor principal de las películas, como Better Man (2025), la historia de Robbie Williams.
No obstante, en el caso de Blancanieves el CGI llega a ser tan abundante que cansa, la historia se siente falsa y casi sin emoción.
Desde los animales que ayudan a Blancanieves y hasta la polémica por usar el CGI en los 7 enanos, es algo que más que beneficiar, perjudica a la producción.
Cabe recordar que incluso el actor Peter Dinklage criticó esta acción por parte de Disney, pues al menos en la historia original animada, ellos también son una especie de protagonistas.
Y en esta versión live action de Blancanieves, más bien se siente forzada la inclusión de los enanos en donde solamente aparecen para hacer un par de escenas musicales sin más que ofrecer.

Gal Gadot ofrece una actuación mediocre para la Reina Malvada
Antes de que la polémica de Gal Gadot explotara al revelar que apoya abiertamente a Israel y está en pro de la liberación de rehenes de Hamas, los usuarios aseguraban que lo más rescatable de Blancanieves era ella.
Pues dejando a un lado las opiniones políticas y el apoyo que Gal Gadot tenga a Israel al ser ella de este país, su actuación se queda en algo mediocre.
Si bien al principio el papel de la Reina Malvada parece que va a portar bastante a la historia de Blancanieves, no logra despegar.
Lo que hace que Gal Gadot se convierta más bien en la madrastra mala muy al estilo de Cenicienta y de hecho, convierte a Blancanieves en esta otra princesa.
El vestuario y maquillaje de Gal Gadot son impecables e incluso la corona que luce con un estilo de vitral aportan esta elegancia, porte y energía que su personaje también debería transmitir.
No obstante, la actuación de Gal Gadot cae al interpretar su primer musical pues más allá de que sea un apoyo para darle fuerza a sus motivaciones y argumentos, termina siendo muy anticlimático.
Desde este punto en adelante, Gal Gadot queda como una sombra de lo que debería ser una de las grandes villanas de Disney.
E incluso en su transformación que debería horrorizar a cualquiera que la vea, siendo ella irreconocible para engañar a Blancanieves para que muerda la manzana, se siente muy decepcionante.

Las nuevas canciones en Blancanieves son innecesarias
Algo que destaca a la nueva tendencia de convertir los clásicos de Disney en películas live action, es la inclusión de nuevas canciones originales a la obra.
En el caso de Blancanieves, también hay varias canciones nuevas que, aunque Rachel Zegler lo hace muy bien, tiene la potencia en la voz y logra transmitir el sentimiento, quedan innecesarias.
En algunos casos, como en la escena musical de Gal Gadot qu se vuelve anticlimática e innecesaria, pues aunque sí es una película con canciones, llega un punto en el que puede fastidiar.
Pues no pasan ni 5 minutos y nuevamente están cantando, como si cada cambio de escena valiera una nueva canción, haciendo incluso que se vuelva pesada de ver.
Aunado a esto, ninguna de las nuevas canciones de Blancanieves son memorables para el público, quedando muy por debajo de producciones pasadas de Disney.

La nueva historia da frescura a la vieja trama de Blancanieves, pero termina siendo confusa
Si bien Blancanieves decide tomar un nuevo rumbo en este live action, no alejándose tanto de la historia original, la nueva trama es más confusa.
Comenzando desde el nombre de Blancanieves, pues le dan un nuevo origen que el de la primera película.
Aunque se muestra más sobre los padres de Blancanieves antes de que llegara la Reina Malvada, y se da una esperanza sobre el paradero del Rey, al final Disney no supo que hacer con este recurso y termina desperdiciando.
Si bien esta Blancanieves no cuenta con un príncipe, sí hay un interés amoroso muy a lo Aladín; pues es un ladrón quien cae en los encantos de la princesa y viceversa.
No obstante, este nuevo personaje interpretado por Andrew Burnap de 34 años de edad, no aporta nada a la historia.
Como se dijo con anterioridad, el personaje y el interés amoroso de Blancanieves solo es un medio para que el hechizo de la Bruja Malvada fracase.
Si bien hay química entre los actores, la relación entre ellos no se desarolla tan bien como se esperaría e incluso es algo decepcionante de ver.
Especialmente luego de que se presentara a Blancanieves como alguien que rompería los paradigmas de la princesa siendo rescatada por un hombre o un príncipe; en este caso, un ladrón.
Por lo que estos cabos sueltos, Blancanieves los cierra de manera abrupta sin dar una mejor explicación para quien esté viendo la película.

Blancanieves se muestra como una princesa valiente, pero termina cayendo en el cliché
Unido al punto anterior, en un principio Rachel Zegler había revelado que Blancanieves sería una princesa autosuficiente, valiente y casi se vende la idea de que era una nueva generación de princesa sin necesitar de un príncipe.
Muy al estilo de Mérida o incluso de Elsa de Frozen, dos mujeres que muestran su valentía y fuerza sin necesidad de un coprotagonista masculino.
No obstante, Blancanieves termina cayendo en el cliché de la princesa siendo rescatada por un beso de amor verdadero por el chico que acaba de conocer hace dos días.
Aunque al principio el espectador puede esperar que este beso pueda ser de alguien más, como su padre como se manejó en la historia de Maléfica (2014), se desperdicia un poco este recurso.
Y el despertar de Blancanieves, uno de los puntos climáticos de la historia, termina decepcionando y sintiéndose como un beso más.
Aunque si bien el clímax real es cuando la Reina Malvada termina por ser derrotada, este desenlace se hace de una manera tan confusa que tampoco se siente como un verdadero clímax.
En conclusión, si bien Blancanieves tiene buenos momentos, una buena protagonista e incluso tiene un trasfondo político en la historia de la usurpación del reino por la Reina Malvada, los demás puntos termina jugándole en contra.
No obstante, es una película que puede llegar a resultar entretenida para los más pequeños en casa, sin sobre pensar demasiado en los puntos técnicos, políticos o extraños que siguen a esta nueva versión de Blancanieves en live action.
