Andrea Legarreta defiende la carrera de sus talentosas hijas y niega haber ‘comprado’ las oportunidades de Mía y Nina Rubín.
Las hijas de Andrea Legarreta -de 53 años de edad- han mostrado talento para la actuación y música desde pequeñas, por lo que decidieron enfocar su carrera al arte.
Mía Rubín Legarreta -de 19 años de edad- decidió seguir los pasos de su padre Erik Rubín -de 53 años de edad- y lanzó su primer disco llamado Raíces.
Mientras que Nina Rubín Legarreta es actriz de teatro y televisión.
Andrea Legarreta niega nepotismo en la carrera de sus hijas
Nina Rubín Legarreta -de 17 años de edad- decidió enfocarse completamente a la actuación y Andrea Legarreta ha estado muy al pendiente de sus pasos en el medio.
Es por eso que hay quienes creen que Andrea Legarreta ha interferido con sus contactos en el medio para que sus hijas tengan oportunidades.
Andrea Legarreta lo niega completamente, pues ella explica que sus hijas se están abriendo camino por sí solas.
“Ellas han demostrado y tapado bocas, si quieren tirar mala onda, lo que gustes y mandes, pues que lo hagan. La gente es libre de pensar lo que quiera. Mis hijas han sido rechazadas en muchos castings, en diferentes pruebas y también se lo han ganado”
Andrea Legarreta
La conductora explica que sus hijas han sido rechazadas de varios castings, demostrando que es su talento el que les ha permitido trabajar en varios proyectos.
“Cuando Mía abre la boca y se pone a cantar, pues perdón, pero la gente se podrá dar cuenta que ser hija de quien sea, se llame como se llame, pues nadie se lo ha regalado”
Andrea Legarreta
Andrea Legarreta está orgullosa de la carrera que están forjando sus hijas
Mía Rubín Legarreta ha mostrado que tiene una gran voz y Andrea Legarreta está orgullosa de sus talento, así como de sus éxitos musicales.
“Nina es excelente músico, compone, también canta, pero bueno se ha dedicado más a la actuación, ha recibido premios de revelación teatral y eso no lo consigue papá o mamá, eso lo consigue su trabajo”
Andrea Legarreta
Andrea Legarreta expresa que sus hijas han trabajado duro para demostrar sus talentos y por eso se han ganado al público.
La conductora recuerda que su hija Mía Rubín Legarreta audicionó para un papel en una obra del productor Morris Gilbert, quien es un buen amigo de ella.
Pero Andrea Legarreta no intervino para que el productor le diera una oportunidad a Mía Rubín Legarreta, quien tenía todo para el papel, pero sus características físicas no iban con el personaje.
Por lo que Mía Rubín no se quedó con el personaje teatral que deseaba, a pesar de que su mamá era gran amiga del productor.
Andrea Legarreta expresa que sus hijas han aprendido a obtener lo mejor de los rechazos laborales y por eso han seguido buscando oportunidades en el medio.