Andrea Meza -de 30 años de edad- revela que tuvo que casarse con un vestido de novia de emergencia a causa del frío.

Fue el pasado sábado 11 de enero de 2025 cuando la ex Miss Universo contrajo matrimonio con el influencer estadounidense, Ryan Proctor.

La unión se llevó a cabo en una ceremonia celebrada en las playas de Naples, en Florida, Estados Unidos.

Sin embargo, los contratiempos comenzaron a aparecer antes del gran día, pues los cambios de fecha en la boda y el clima orillaron a la pareja a modificar los planes.

Siendo el vestido de novia de Andrea Meza uno de los detalles que tuvieron que ser modificados.

Ryan Proctor le propone matrimonio a Andrea Meza en la ciudad de Nueva York

La boda de Andrea Meza ya había sido cambiada de fecha

En un principio, la boda de Andrea Meza y Ryan Proctor iba a ser celebrada el pasado 12 de octubre de 2024.

Por desgracia, la fecha se movió hasta este año debido al paso del huracán Milton, lo que claramente fue un impedimento de fuerza mayor.

En exclusiva para la revista Hola!, Andrea Meza reveló lo frustrante que fue el cambio, pues tanto ella como su prometido estaban ansiosos de casarse lo antes posible.

Para esto, cabe destacar que durante la primera fecha acordada y por la zona, se llega a sentir mucho calor. Un detalle que se tomó en cuenta para el vestido de novia.

Mismo que tuvo que ser reemplazado en tiempo récord de dos semanas para el día de la boda por cuestiones del clima en la nueva fecha.

Andrea Meza tuvo que pedir un vestido de emergencia para poder casarse

Entre las declaraciones que ha hecho Andrea Meza del día de su boda, surgió el tema del segundo vestido de novia que tuvo que pedir a su diseñador.

Pues en enero, cuando ya es invierno y cae drásticamente la temperatura, su vestido pensado para el calor de Florida podía representar un nuevo problema.

Por lo que le tuvieron que diseñar uno que la cubriera del frío de la temporada.

La buena noticia, reveló Andrea Meza, fue que tuvo la oportunidad de usar sus dos vestidos de novia, por lo que ninguno estuvo de más para el día de la boda.