Las deudas no paran cuando te llamas Anna Delvey. La famosa estafadora que inspiró la serie de Netflix ‘Inventando a Anna’, no le pagó a la organizadora que montó su exposición de arte.
Julia Morrison, una artista de Los Ángeles, Estados Unidos, afirma que le debe 8 mil dólares (156 mil 421 pesos) y para evitar pagarle, la bloqueó de las redes sociales.
Ahora, la organizadora que co-curó la exposición de arte grupal “Free Anna”, está pidiendo ayuda para que Anna Delvey le pague lo que le debe.
“Puse dinero de mi tarjeta de crédito. No puedo darme el lujo de gastar ese dinero”
Julia Morrison.
La exposición de arte de Anna Delvey, “Free Anna”
“Free Anna” es una exposición de arte montada por Anna Delvey, estafadora rusa que se hizo pasar por heredera alemana, y Alfredo Martínez, sentenciado a 3 años de prisión en 2002 por vender obras falsificadas de Jean-Michel Basquiat.
Los socios venden impresiones de sus obras ya que el centro de detención de ICE en Goshen, donde Delvey está detenida por quedarse más tiempo de lo que su visa le permitía, limita el tamaño de sus creaciones.
“No lo estaba haciendo para ser una buena amiga. Lo hice por el programa, sabiendo que me pagarían. Al menos eso es lo que prometió Alfredo”
Julia Morrison.
No obstante, se autorizó a Martínez reproducir los dibujos de Anna Delvey para venderlos en la exposición de arte.
Con obras de 15 artistas, la galería emergente ubicada en el Lower East Side de la ciudad de Nueva York, abrió en marzo con varias piezas de la estafadora más famosa del mundo.
Parece irreal pero no, una artista cayó en la trama de Anna Delvey
Cuando creías que después de la serie de Netflix nadie más podría caer en las garras de Anna Delvey, llega Julia Morrison, la organizadora de su exposición de arte.
La artista no firmó ningún acuerdo con Delvey ni con Alfredo Martínez, simplemente confió en su palabra. Ay, no...
“Está tratando de extorsionarla. Anna Delvey no le prometió dinero y si dejó de comunicarse con ella fue porque jamás hizo ningún trato con Julia”
Portavoz de Anna Delvey.
Y, aunque recibió un 25 por ciento del único trabajo de Anna Delvey que se vendió de la exposición de arte (la autora obtuvo un 50 por ciento), falta su sueldo.
Para ello, se comunicó con Martínez, pero dejó de responderle el teléfono; acudió entonces a Anna, quien el 18 de mayo de este año le dijo que era la primera vez que escuchaba sobre eso y después bloqueó su número.
“Anna ve lo bueno de las personas como algo para explotar, rodeándose de quien tiene el potencial para enriquecerla”
Julia Morrison.