La gira de RBD ‘Soy Rebelde Tour 2023′ se está disfrutando al máximo; hace unos días tuvieron concierto en el Coliseo de Greensboro, en Carolina del Norte, donde un fan tuvo la suerte de ser consentido por Dulce María.
Verás, Dulce María, de 37 años de edad, le cumplió el sueño a un fan de RBD, quien arrojó su celular al escenario con el objetivo de que uno de los miembros lo tomara y realizara un video.
Como ya es costumbre, audiencia suele aventar su celular al escenario donde se presenta su artista o agrupación favorita para que estos noten que la cámara está activada y se graben en el momento.
Y Dulce María entendió, cumplió el sueño de la fan de RBD, aunque terminó regañada y haciendo algo único.
Dulce María cumple el sueño de un fan de RBD; le arrojaron un celular y grabó un video
En esta ocasión, a la agrupación mexicana RBD le arrojaron un celular al escenario, mismo que tomó Dulce María, quien sin pensarlo dos veces al ver la cámara activada se puso a grabar.
La también actriz se grabó a sí misma mientras cantaba así como tomó capturó a Christopher Uckermann y Christian Chávez, de 36 y 40 años de edad respectivamente, debido a que éstos se encontraban cerca.
Por supuesto, el dueño del celular se convirtió en la persona más feliz del universo y por tanto compartió el video en redes sociales, mismo que a continuación te presentamos:
Regañan a Dulce María por tomar celular de fan de RBD
Mientras que el fan sigue sonriendo por su video, Dulce María se llevó tremendo regaño y es que la seguridad del concierto le llamó la atención por recoger el celular y ponerse a grabar.
A través de su cuenta de Twitter, habló de las consecuencias del video que le grabó a su fan:
“Ya me regañaron los de seguridad, no lo podemos volver a hacer porque es muy peligroso que avienten teléfonos o cualquier cosa al escenario por el bien de todos, pero bueno lo qué pasó, pasó”.
Dulce María
¿La seguridad de RBD exagera?
Recordemos que si el artista toma el celular en el escenario, como pasó con Dulce María, el resto de los fans puedes seguir arrojando cosas, lo que implica un peligro para RBD o la banda que esté en el escenario.