El Shocker estuvo en rehabilitación varios meses y espera que esta sí “sea la buena”, pues ya ha recaído en las adicciones otras veces.
En abril, el Shocker -de 53 años de edad- fue detenido en Oaxaca por realizar destrozos dentro de un cuarto de hotel, aparentemente el luchador estaba bajo el influjo de las drogas.
Días después de su detención, Shocker ingresó a rehabilitación en una de las clínicas de Julio César Chávez, de 62 años de edad.
El Shocker reaparece tras salir de rehabilitación y desea no recaer en la drogas
Tras casi 6 meses de rehabilitación, Shocker salió de la clínica Bajo el Sol, ubicada en Culiacán, y reapareció para dar una entrevista a Gustavo Adolfo Infante.
Shocker expresó que se encontraba estable y tranquilo tras su salida de la clínica de rehabilitación, además de que deseaba integrarse a sus actividades laborales.
“He estado en varios tratamientos, este sería el cuarto bien hecho, los otros también estuvieron bien hechos, pero había mucha renuencia de mi parte, creo que en este ya hubo un aprendizaje más profundo”
Shocker
Shocker reveló que ha estado en 4 clínicas de rehabilitación, pero en los anteriores tratamientos se negaba a dejar las drogas y el alcohol por completo.
“Yo espero que este sea el bueno”, dijo Shocker, quien se siente listo para seguir su camino alejado de las adicciones gracias al tratamiento que recibió en rehabilitación.
“No me dijeron el tiempo que iba a estar, si me hubieran dicho, les hubiera dicho que no. Ya estando en el tratamiento te das cuenta que es necesario tocar piso y hacer las cosas bien”
Shocker
Shocker ya ‘tocó fondo’ y quiere tener una vida tranquila
A diferencia de las otras veces que ha estado en rehabilitación, Shocker dice que por fin ‘tocó fondo’ y durante estos 6 meses pudo entender que debía tener la intención de cambiar.
Shocker fue llevado a rehabilitación con “engaños”, pues Latin Lover lo llevó a Culiacán con el pretexto de un compromiso de trabajo.
Agradeció a Latin Lover -de 56 años de edad- por su apoyo durante su recuperación y por su compañerismo.
El luchador accedió ingresar a rehabilitación, pues sabía que necesitaba ayuda, pero había tenido malas experiencias que le hacían tener miedo a este tipo de clínicas.
Shocker confesó que ya no siente el impulso de consumir drogas y trata de vivir “un día a la vez”.
Por otro lado, Shocker quiere regresar a la lucha, pues busca reunir el dinero que necesita para su cirugía en la mandíbula.