Galilea Montijo, de 51 años de edad, puso a prueba su educación sexual y hasta la experta de Netas Divinas quedó sorprendida por su sabiduría.

La ginecóloga Julie Salomón fue una de las más recientes invitadas al programa Netas Divinas, donde impartió una clase de educación sexual a Galilea Montijo y las otras conductoras.

Uno de los temas centrales fue la ubicación del punto G en el órgano reproductor femenino, lo que evidenció que no todas saben lo mismo sobre temas de sexualidad.

Galilea Montijo se saca 10 en Netas Divinas al mostrar dónde se ubica el punto G en las mujeres

La que terminó con estrellita en la frente en Netas Divinas fue Galilea Montijo, luego de que la doctora Julie Salomón le pidiera ubicar el punto G de las mujeres.

La también conductora de Hoy dudó en un principio, diciendo que depende de cada mujer, porque “unas lo tienen a las 12, otras a la una y otras a las 11″.

Galilea Montijo

“No necesariamente”, le contestó la doctora, haciendo dudar a Galilea Montijo, quien sin embargo, no dudó un segundo en mostrarle de forma gráfica dónde se ubica el punto G.

“Tú muy bien”, felicitó la ginecóloga a Galilea Montijo, quien incluso se aplaudió a sí misma y presumió lo entrenados que están sus dedos en esas prácticas.

Galilea Montijo presume ser experta en el sexo en Netas Divina

A diferencia de Galilea Montijo, quien presumió ser experta en el sexo, otra conductora de Netas Divinas no se mostró muy animada con la clase.

Consuelo Duval, de 55 años de edad, confesó que ya se le acabó la líbido.

Fue entonces que la doctora le recomendó hacerse un perfil hormonal para saber el porqué de esa situación.

Mientras Consuelo Duval escuchaba atentamente, su rostro pasó de la seriedad a la tristeza, lo que pareció notar la doctora.

Quien le recomendó acudir al médico para descartar, incluso, una posible depresión.

El que salió regañado fue el invitado Juan Manuel Bernal, de 56 años de edad, pues cuando estaba por mostrar cómo se pone un condón, lo abrió con los dientes.

Lo que la doctora dijo que es incorrecto, pues puede romperlo o contaminarlo con las bacterias de la boca.