Germán Ortega confiesa que se robó una chamarra en una tienda de Estados Unidos, pues creyó que nadie lo descubriría.

El comediante Germán Ortega reconoció que, hace algunos años, “se le salió el barrio” al intentar cometer un robo.

Según dijo, el remordimiento no le permitió terminar con el robo de la chamarra y volvió a la tienda a pagarla.

Germán Ortega se robó una chamarra en Estados Unidos porque “se le hizo fácil”

Germán Ortega se robó una chamarra en una tienda de Estados Unidos, pues creyó que nadie se daría cuenta.

En entrevista con Yordi Rosado, Germán Ortega reveló una anécdota muy vergonzosa donde casi se convierte en delincuente.

Y es que, bajo la idea del “se me hizo fácil”, el comediante se robó una chamarra que estaba algo cara para su bolsillo.

Germán Ortega

Hace algunos años, Germán Ortega viajó a Estados Unidos por compromisos de trabajo, en compañía del productor Alejandro Gou.

En un día libre, Germán Ortega visitó una tienda de ropa y vio una chamarra que le encantó.

“Estábamos en un mall y compré un chingo de cosas, y vi una chamarra de piel de aniversario de Mickey Mouse con parches, tipo Vaselina y dije: ‘me la voy a chingar’.”

Germán Ortega
Germán Ortega

Germán Ortega se puso la chamarra como si fuera suya, y salió de la tienda; nunca sonó el sensor de seguridad.

“Me salió el barrio”, bromeó el comediante con su anécdota.

“No sonó el sensor, y dije: ‘Ya chingué’. Me meto de nuevo y no volvió a sonar.”

Germán Ortega

Germán Ortega se arrepintió del robo de la chamarra y regresó a pagar

Germán Ortega, quien confesó robarse una chamarra en una tienda de Estados Unidos, se arrepintió del crimen que estaba a punto de cometer.

Ya afuera de la tienda, Germán Ortega tuvo miedo de ser descubierto por la policía del lugar que estaba en las puertas de salida.

“Me entró culo (…) Yo amo ir a Estados Unidos, sentí culero, me dio miedo que sonara en algún momento el sensor en la salida.”

Germán Ortega

Ante el remordimiento por haber tratado de robar la chamarra, Germán Ortega volvió a la tienda y fingió que todo había sido un accidente casual.

“Perdóneme, salí y me puse la chamarra y no me di cuenta que no la había pagado, y vengo a pagarla”, le dijo el comediante a la cajera.

Entre risas, ahora Germán Ortega recuerda este episodio como una buena anécdota que lo hizo crecer como ser humano.