María Eugenia Plascencia, hija de Carmen Salinas, pide a los amigos de la actriz que ayuden a su familia a conseguir trabajo.
Durante sus más de 60 años de carrera artística, la actriz Carmen Salinas se caracterizó por ser estar siempre dispuesta a ayudar a sus amigos y colegas para conseguir trabajo o superar etapas económicas difíciles.
Pero, a dos años de la muerte de Carmen Salinas, ocurrida el 9 de diciembre de 2021, tras una hemorragia cerebral, esto parece habersele olvidado a todos aquellos que obtuvieron su respaldo.
Así lo dijo la hija de Carmen Salinas, quien lamentó que los “amigos” de su mamá ya no frecuentan a su familia como cuando necesitaban su apoyo.
Hija de Carmen Salinas lamenta que los amigos de su mamá se hayan olvidado de su familia: “Qué triste que se hayan alejado”
“Qué triste que se hayan alejado, que ya no te hayan buscado para saber cómo estás, si estás bien de salud, tu familia...”, lamentó María Eugenia Plascencia, en entrevista para el programa ‘De Primera Mano’.
La hija de Carmen Salinas recordó que su mamá solía organizar festejos y dar regalos a los periodistas como agradecimiento por promover su carrera.
Tambié, dijo, políticos y hasta policías recibieron su apoyo para obtener alguna oportunidad de trabajo.
Lo mismo suceió con compañeros actores, como Benito Castro, a quien le llegó a comprar ropa para dar sus shows, según comentó María Eugenia Plascencia.
Hija de Carmen Salinas pide oportunidadaes de trabajo para sus hijos
Ante ello, la hija de Carmen Salinas pidió a toda la gente que alguna vez recibió ayuda de su mamá, que si algún día alguno de sus hijos necesita una oportunidad laboral, no les cierren las puertas.
María Eugenia Plascencia destacó que sus dos hijos se han preparado para hacer carrera en la producción y la música y lo único que necesitan es oportunidades de trabajo.
En cuanto a ella, dijo, no necesita apoyo pues incluso ya cerró su famoso restaurante La Casa de las Sopitas, donde se podía encontrar con frecuencia a Carmen Salinas.
María Eugenia Plascencia dijo que ya no se siente con las fuerzas para atender el establecimiento, razón por la que decidió traspasarlo y así poder quedarse en casa.