A poco de haberse presentado como la nueva Aventurera, Irina Baeva vuelve a ser centro de interés, pero por su vida privada y es que la actriz habría llegado a México gracias a su primer novio mexicano, Alfredo Abundis.

De acuerdo con una tiktokera que se hace llamar en la red social Xenia.Reina MX, Irina Baeva conoció a Alfredo Abundis -de edad desconocida- en una página de Internet llamada “Comporto depa”.

La cual se dedicaba a anunciar casas en renta en México. En aquel entonces, la actriz rusa tenía 18 años de edad y ya soñaba con convertirse en una gran actriz, pero en tierra azteca.

Irina Baeva

¿Cómo llegó Irina Baeva a México? Su primer novio, Alfredo Abundis, habría sido la clave

Aunque, Irina Baeva, le aseguró a Yordi Rosado, que ella trabajó en una empresa de cosméticos para viajar a México y establecerse, la historia sería otra; Alfredo Abundis sería quien la ayudó en todo.

Alfredo Abundis se habría enamorado tanto de Irina Baeva -de actualmente 31 años de edad-, al punto de pagarle el vuelo de Rusia a México.

Asimismo, le ofreció su casa y aunque se desconoce si ella pagaba la mitad de la renta, se sabe que Alfredo Abundis la llevó a recorrer el país, así como le habría dado dinero para arreglarse la dentadura.

En 2011, ella intentó ingresar al CEA de Televisa, pero fue rechazada por lo que tomó cursos de actuación en escuelas que no tenían reconocimiento.

En 2012, ya con dentadura estética, Irina Baeva fue aceptada en el Centro de Educación Artística de Televisa, por lo que un año después rompió su romance con Alfredo Abundis, de quién habló mal.

La actriz dijo a Yordi Rosado -de 52 años de edad- que su primer novio mexicano le lloró y le rogó para que no lo dejara pese a que ella fue muy clara, lo describió como un hombre sin dignidad pese a que él la ayudó.

Alfredo Abundis e Irina Baeva

¿Irina Baeva estafó gente para llegar a México?

La historia de Xenia. Reina MX no está verificada; sin embargo, detractores de Irina Baeva recuerdan que la propia declaró haber trabajado en una empresa de cosméticos, la cual, según investigaciones de cibernautas, estafaba gente.

La empresa en la que trabajó Irina Baeva vendía a mujeres “cremas mágicas”, las convencía para comprar el kit completo mismo que costaba alrededor de 500 dólares (unos 9 mil 112 pesos) que en ese entonces eran como 2000 dólares (más de 36 mil pesos).

Irina Baeva contactaba a mujeres y las enganchaba para presentarse a la empresa y pedir la prueba de cremas, productos que adquirían solicitando crédito sin saber que pagarían mucho dinero por cosméticos comunes y corrientes.