Julián Gil asegura que el alcoholismo de la mamá de Marjorie de Sousa provocó la ruptura aún cuando él hizo todo por quererla rescatar sobre todo por su hijo.
En su reciente entrevista con Yordi Rosado, Julián Gil confirma que los problemas con Marjorie de Sousa comenzaron cuando la revista TV Notas publicó la fotografía de Gabriel Soto cargando a la actriz en la playa.
Sin embargo, la imagen no fue el motivo de la ruptura sino la presencia de la mamá de Marjorie de Sousa en la relación y no precisamente por una mala comunicación sino por su problema de alcoholismo.
Julián Gil revela que la mamá de Marjorie de Sousa es alcohólica
Cuando la pareja decidió vivir junta, Julián Gil se mudó a casa de Marjorie Sousa quien vivía con su mamá. Convivencia que se volvió una tortura para el actor y para la actriz.
Y es que a un mes y días del nacimiento de Matías, la mamá de Marjorie de Sousa hacía todo lo posible para que Julián Gil no viera y tampoco conviviera con su hijo.
Por lo que Julián Gil se sentó a platicar con Marjorie de Sousa y le dijo que no podía más, que empezaba a experimentar ansiedad y es que de pequeño sufrió por el alcoholismo de sus padres.
“Me siento con ella y le digo: Marjorie no puedo estar aquí porque me afecta, me están dando ataques de ansiedad y yo no puedo estar viviendo con tu mamá. Yo amo a Matías, te quiero mucho a ti y esto dispuesto a sacar adelante esta relación, pero yo no tengo por qué someterme una vez más”
Julián Gil
Por ello el actor, de 51 años de edad, le dio tres opciones:
“Una es que yo me vaya a mi casa hasta que tú soluciones tus problemas con tu mamá; dos, si tú quieres le alquilo una casa a dos cuadras, le ponemos a alguien que la cuide y yo me quedo aquí, y tres, mandamos a tu mamá otra vez con tu hermano.”
Julián Gil
Pero ella le dijo que no, que su mamá no se iría de la casa y que él tenía la opción de irse o quedarse, pero si se iba ella lo tomaría como abandono.
Al respecto, Julián Gil se fue a su casa con la esperanza de continuar la relación con distancia de por medio; no obstante, no imagino que 5 días después un abogado llamaría a su puerta.
Según Julián Gil, su expareja de inmediato le metió una demanda por manutención, le exigía 320 mil pesos mexicanos y un sinnúmero de cosas, fue entonces cuando inició la pelea ante la ley.
Julián Gil no entendía porque lo acusaron de ser alcohólico y violento, de narcotráfico y hasta de intentar envenenar y luego secuestrar a su hijo, versiones que hoy desmiente y en años próximos lo tratará con su hijo.