Kimberly Flores organiza ‘tanda’ en su negocio para celebrar el cumpleaños de uno de los trabajadores, el creador de contenido de DMS.

La modelo estuvo recolectado dinero por todo el edificio; sin embargo, la tanda de Kimberly Flores no tenia el propósito de ahorar dinero como usualmente se usa en México.

Pues cabe recordar en México las tandas son un forma de ahorro informal por lo que su organización se ha ganado un aspecto folclórico en el país.

Kimberly Flores y amigos, Guatemala

Kimberly Flores: “estoy haciendo unas tandas”

Recientemente la modelo guatemalteca de 32 años de edad, Kimberly Flores se ha convertido en una de las famosas más activas de redes sociales.

Y es que la esposa de Edwin Luna comparte en sus cuentas toda clase de actividades, ya sean laborales o personales.

Por lo que ahora que inauguró su negocio familiar en donde también se encuentra ‘Keigi’, Kimberly Flores no ha parado de compartir todo lo que sucede en el edificio.

En esta ocasión Kimberly Flores Flores informó estaba organizando una tanda para celebrar el cumpleaños de unos de los empleados.

“Ahorita estoy haciendo unas tandas porque hoy hay un un cumpleañero muy especial para nosotros y este va a ser nuestro regalo”

Kimberly Flores
Kimberly Flores organiza tanda

De acuerdo con la modelo cada uno de los empleados de DMS tuvo que poner 200 pestos los cuales serán entregados al festejado.

“Todos vamos a poner 200 pesos y así le vamos a dar”

Kimberly Flores

En redes sociales la tanda de Kimberly Flores llamó la atención de los usuarios ya que esta difiere de lo acostumbrado en México, lo cual se podría deber a que en Guatemala la palabra ‘tanda’ tiene otro significado.

Kimberly Flores sufrió choque cultural al llegar a México

En varias ocasiones Kimberly Flores ha mencionado que uno de los aspectos más complicados de haberse mudado a México fue la comunicación.

Y es que aunque en Guatemala también se habla español existen varias palabras iguales las cuales difieren en significados.

Por lo cual la modelo tiende a equivocarse de manera constante o termina siendo el objeto de burla de sus esposo quien la alburea de manera constante.