Luego de darse a conocer que Belinda aparentemente mantiene a su familia, cibernautas se preguntan si Belinda Schüll la controla, algo que una maquillista habría revelado.
A través de su cuenta de TikTok, la usuaria Gabo Photobox recuerda su experiencia al maquillar a Belinda para un evento de Studio F.
La maquillista, quien se confiesa fan de Belinda, asegura que esa experiencia le cambió la percepción de la cantante y es que siempre la consideró segura y “bien perrita”.
Idea que se le derrumbó cuando en aquella ocasión le tocó maquillarla y se dio cuenta que Belinda aparentemente no tiene voz ni voto en sus proyectos.
“A nosotros como maquillistas nos explicaron que querían un maquillaje, pero también nos dijeron que Belinda no lo había autorizado, entonces dije: ay, sí es bien perrita”, comienza.
Y explica que antes de que llegara Belinda, el diseñador ya tenía elegido el look que la artista usaría, vestuario que puede ser modificado si el artista así lo exige.
Por lo que en aquella ocasión les rechazaron la propuesta tanto de vestuario como de maquillaje, por lo que dio por echo que la actriz andaba de exigente, pero se sorprendió al ver que Belinda Schüll era quien mandaba.
“Se empieza a escuchar: ‘ya llegó, ya está aquí, mamá Beli’. En mi mente yo pensé: ya llegó Belinda, pero no, era su mamá”, dice y explica que la señora muy educadamente empezó a rechazar el vestuario.
“Revisó todo y fue de ‘ese look no me gusta, eso no va con eso... eso no le va a gustar a Beli’”, recuerda, por lo que un maquillista propuso enviar a Belinda una modelo con el look para que decidiera, acción que no permitió la mamá.
¿Belinda es insegura cuando está su mamá Belinda Schüll?
Al comenzar la pasarela, la maquillista recuerda que Belinda no se impuso, y que todo el tiempo le preguntaba a su acompañante Edy Smol dónde se colocaba así como esperaba que su mamá le diera indicaciones.
“Ella bien seria, hablando con su voz bajita, así de ‘mamá dónde me pongo’, ‘ay, no qué pena’”, cuenta y asegura que la artista es muy sencilla y penosa.
“Uno pensaría que una chavita que está desde pequeña en el medio sabría qué hacer, qué decir, dónde ponerse, pero no, me sorprendió”, finaliza.