Lupillo Rivera pidió a los medios y al público dejar ser feliz a Alejandro Fernández, quien el fin de semana fue blanco de críticas por presentarse en un concierto alcoholizado.
Alejandro Fernández parecía estar tan perdido de borracho, durante su show en la Feria de León, que cuando intentaba cantar no lograba completar una sola frase.
Por lo que pidió al público que ellos entonaran los temas.
Ante ello, Lupillo Rivera de 51 años de edad, salió en defensa de Alejandro Fernández afirmando: “a mí me gusta cuando anda así”.
Lupillo Rivera afirma que le gusta cómo canta Alejandro Fernández cuando está borracho
En entrevista con la prensa, Lupillo Rivera dio su opinión sobre las condiciones en que se presentó Alejandro Fernández en la Feria de León.
El cantante, quien al igual que Alejandro Fernández suele tomarse algunas copas cuando ofrece sus shows, salió en defensa de su colega:
“Anda feliz, anda feliz el señor, hay que dejarlo ser feliz, es bueno ser feliz”
Lupillo Rivera
Cuando le preguntaron a Lupillo Rivera si el público se merece que los artistas salgan en estado inconveniente a ofrecer sus conciertos, insistió en defender a Alejandro Fernández:
“Canta, a mi me gusta cómo canta cuando así. La verdad, lo felicito... hace su show, qué bueno que están haciendo show”
Lupillo Rivera
Lupillo Rivera responde si se haría algún arreglo estético a los 51 años
El 31 de enero, Lupillo Rivera cumplió 51 años de edad, motivo por el cual fue recibido con las mañanitas en el aeropuerto de CDMX.
Cuando le preguntaron si ahora que ha cumplido más de medio siglo piensa hacerse algún arreglo estético, Lupillo Rivera dijo en broma, “nos falta una restiradita, yo creo”.
Entre risas y comentarios en doble sentido, Lupillo Rivera terminó aceptando que al estar en el medio del espectáculo debe cuidar su imagen física.
Sin embargo, Lupillo Rivera dijo que si por él fuera, no se arreglaría nada porque a él no le gustan esas cosas.
La charla entre los reporteros y Lupillo Rivera se terminó cuando comenzaron a preguntarle sobre la pelea entre su suegra y su exesposa, Mayeli Alonso.
Entonces, Lupillo Rivera apresuró el paso rumbo a la salida; como su camioneta no llegaba, se subió en un taxi con tal de escapar a los cuestionamientos.