Pablo Lyle, de 36 años, se quedará en Estados Unidos; su pronta deportación a México no será posible por una importante razón.
Una buena noticia comenzó a circular en horas recientes sobre el caso de Pablo Lyle, actor mexicano que en febrero pasado fue declarado culpable de homicidio involuntario en Estados Unidos.
Pablo Lyle podría regresar a México e incluso quedar en libertad, se llegó a afirmar, pero nuevas versiones han echado por tierra esa posibilidad.
Es un hecho que Pablo Lyle será deportado de Estados Unidos: abogado de Migración
Consultado en el programa Chisme No Like, el abogado Wilfredo Allen Quevedo, experto en temas de Migración en EU, confirmó que la deportación a México de Pablo Lyle es un hecho.
“Él va a ser deportado. En los Estados Unidos, si usted no es ciudadano americano, usted está sujeto para deportación si comete cualquier tipo de delito criminal, especialmente si es una felonía seria, [más aún si] lleva con violencia”, explicó Allen.
La medida, comentó el abogado, sólo la pueden evitar los ciudadanos nacidos en Estados Unidos, pues incluso quienes tienen residencia son deportados a sus países de orígen, si cometen algún delito grave.
“Cualquier delito criminal, aunque usted sea residente en los Estados Unidos y tiene una condena de cárcel de más de 1 año de prisión, no va a tener un perdón disponible” y será deportado, indicó Allen.
Pablo Lyle será deportado a México sólo hasta que haya cumplido su condena en EU
Sin embargo, el abogado precisó que Pablo Lyle será deportado a México sólo hasta que haya completado su condena en Estados Unidos.
“Él va a ir a una prisión estatal de la Florida… cuando él acabe su condena no lo ponen en libertad, lo recoge el Departamento de Seguridad Nacional…”, dijo el abogado.
“Él va a estar preso por inmigración un periodo de tiempo que puede ser tan rápido como 30 días y tanto como 6 meses porque depende del tiempo que demore que tenga la orden final de deportación”, agregó.
Allen señaló que Pablo Lyle sólo podría purgar su condena en México si hubiera un acuerdo bilateral que, por ejemplo, permitiera el intercambio de presos, lo que hasta donde dijo saber, no existe.