Pepe Aguilar -de 56 años de edad- no ha sido nada espléndido con su hijo Emiliano Aguilar -de 31 años de edad- a quien no le dio “ni un centavo” y tuvo que trabajar de plomero.
Los hijos del segundo matrimonio de Pepe Aguilar, Ángela Aguilar -de 20 años de edad- y Leonardo Aguilar, aseguran que es un padre cariñoso y dedicado.
El cantante ha forjado a través de los años la carrera de sus hijos, pero es bien sabido que se olvidó de Emiliano Aguilar por viejos pleitos familiares.
Emiliano Aguilar asegura que Pepe Aguilar no le dio “ni la bendición” para su carrera
El distanciamiento entre Pepe Aguilar y su hijo Emiliano Aguilar es evidente, pues no fue invitado a la boda de su hermana menor.
Pepe Aguilar y Emiliano Aguilar no son cercanos y a diferencia de sus hermanos, el cantante no ha apoyado la carrera de su primogénito.
Emiliano Aguilar reveló en el podcast Gafe423 que Pepe Aguilar nunca le dio nada, lo cual lo hace sentir orgulloso.
“Trabajaba de plomero en Estados Unidos y en construcción, andaba debajo de las casas (…) La necesidad (lo llevó a trabajar en construcción) todo me dicen tan fácil es que le hables a tu papá y le pidas dinero”
Emiliano Aguilar
El hijo mayor de Pepe Aguilar aclara que nunca le ha pedido dinero a su papá ni para iniciar su carrera musical, pues es algo que quiere lograr solo.
“Me han cerrado la puerta muchas veces, he llegado a estudios con mis rolas y me han dicho que ahorita no.”
Emiliano Aguilar
¿Es una maldición? Emiliano Aguilar pertenece a la Dinastía Aguilar y asegura que no es fácil
Emiliano Aguilar menciona que desde niño le gustó el rap, pero ser parte de los Aguilar volvió muy fácil poder dedicarse a este género musical.
“La verdad ha sido muy difícil (ser parte parte de los Aguilar) especialmente meterme al mundo del rap con el apellido que tengo, porque todos piensa que nací en cuna de oro”
Emiliano Aguilar
Emiliano Aguilar aclara que él no vive con los mismos lujos que Pepe Aguilar y su familia, como muchos creen.
El apellido Aguilar le ha dado oportunidades a Emiliano Aguilar, pero también hay quienes dudan de su capacidad como artista.
“Para mí mi apellido es una bendición y una maldición al mismo tiempo. Es una bendición porque me abre las puertas para llegar a lugares chidos (…) pero por esa misma razón me dicen que no sé rapear”, contó.