Sabrina Sabrok revela que vive con esquizofrenia. En entrevista para la revista TVyNovelas, la actriz porno asegura escuchar voces y ver cosas desde hace muchos años atrás.
Sincerándose desde Texas, Estados Unidos, Sabrina Sabrok confiesa que su nueva canción “Esquizofrenia” es una tema autobiográfico.
Y es que desde que era niña, Sabrina Sabrok sufre un padecimiento mental; sin embargo, se niega a medicarse pues asegura tenerlo controlado.
“Yo tengo una enfermedad que es la esquizofrenia, escucho voces y veo cosas, lo sobrellevo y estoy controlada”, dice la también cantante de origen argentino.
Sabrina Sabrok rechaza medicarse contra la esquizofrenia; dice tenerla controlada
“La esquizofrenia es una enfermedad mental que tengo desde niña y nunca he querido medicarme, prefiero estar loca”, advierte Sabrina Sabrok y consciente del qué dirán, señala que ella no es una persona que siga reglas.
“No me importa el qué dirán, hago lo que quiera”, refiere y asegura que aunque han inventado tanto alrededor de su persona, es todo lo contrario: “no me gusta tomar, no me gusta la fiesta”.
Indica que “Sabrina Sabrok” es solo un personaje que ha sido creado a base de chismes y del amarillismo; no obstante, agradece su mala fama ya que gracias a eso tiene trabajo.
“Por un lado le veo la conveniencia que me vean como una loca desquiciada pues me ha traído beneficios como contratarme para fiestas, eventos y demás”, agradece.
Y no oculta que ha estado internada en hospitales psiquiátricos, los cuales, dice, ha habitado porque no quiere ser “esclava de las drogas”.
Sin más, te presentamos el tema “Esquizofrenia” que incluye la colaboración de Yung Yogu y que fue producido por Robby Joiner y Alexandro Hernández.
Sabrina Sabrok le saca provecho a su mala fama
Finalmente, Sabrina Sabrok se enorgullece en saber sacarle provecho a su mala fama ya que aprendió a monetizar sus redes sociales.
“Me la paso pegada a las redes sociales, vivo del OnlyFans y de plataformas de paga, vivo muy bien”, presume la actriz porno.
E informa que trabaja 20 horas diarias pues aunque dejó de hacer eventos, le entró al negocio de la venta de saludos personalizados y realiza chats en vivo.
Queda claro, su enfermedad mental no es impedimento para vivir como quiere y bien.