Sam Neill, actor de Parque Jurásico, aseguró que está listo para morir de cáncer, pues algo más lo tiene aterrado.
En marzo pasado, el actor Sam Neill, de 76 años de edad, lanzó su libro de memorias titulado ¿Te he contado esto alguna vez?, donde reveló que tenía cáncer de sangre en fase avanzada.
“El asunto es que estoy acabado. Posiblemente muriendo”, señaló Sam Neill en el libro, aunque recientemente reveló que su cáncer está en remisión por un nuevo tratamiento.
Sam Neill afirma que ha dejado de preocuparse por el cáncer pues “está fuera de mi control”
Pese a ello, Sam Neill dijo en entrevista para Australian Story, desde su rancho en Nueva Zelanda, que es consicente de que algún día los medicamentos dejarán de funcionar.
Ante ello, Sam Neill reiteró que está listo para morir, aunque trata de no pensar en eso para poder seguir disfrutando la vida.
“Sé que lo tengo [cáncer], pero no estoy interesado en él. Está fuera de mi control. Si no puedes controlarlo, no te metas”, reflexionó el actor de Parque Jurásico.
Sam Neill confiesa que no le teme a la muerte, pero le “horroriza” el retiro
Con base en ello, Sam Neill dijo que ha dejado todo en manos de los doctores, aunque reconoció que hay algo que sí le “horroriza” y no es precisamente la muerte.
A lo que más le teme es a retirarse. “Me horroriza”, dijo Sam Neill, quien ha tenido un año lleno de trabajo, actuando en tres películas y tendrá que promocionar una serie y una película a punto de estrenarse.
Además, Sam Neill también se ha dedicado a dirigir Apples Never Fall, una película que también coprotagonizará.
El actor comentó que su ocupada agenda la combina, cada dos semanas, con su tratamiento contra el cáncer, lo que le hace sentirse “fatal”, con malestar y tristeza por un par de días.
Luego, dijo Sam Neill, pasa otros 10 días en los que se siente “feliz de respirar y de mirar el cielo azul”.
Esto lo hizo analizar su vida y darse cuenta de todo lo bueno que ha tenido, por lo que sintió la necesidad de escribirlo.
Cuando se dio cuenta, dijo San Neill, ya tenía alrededor de 50 mil palabras y pensó que sería buena idea convertirlas en el libro de memorias que estrenó siete meses atrás.