“Dale Peter, dale”, fue la primera frase con la que se dio por inaugurado un video de Pedro Sola albureado, aunque ni se dio cuenta.
Los detrás de cámaras de los programas de televisión suelen ser muy curiosos, porque muestran a las personalidades fuera del papel que tienen al aire, como en Ventaneando.
Y eso fue lo que le pasó a Pedro Sola -de 76 años de edad- con Ricardo Manjarrez, en un video que no solo demostró que se tiene confianza, sino que el conductor no base de albures.
Pedro Sola es albureado por Ricardo Manjarrez, pero ni cuenta se dio
Pedro Sola el conductor de Ventaneando, suele ser muy gracioso en el contenido que sube en sus redes sociales, pero también cuando lo agarran ‘comiendo moscas’.
En un video compartido en las redes sociales de su compañero Ricardo Manjarrez -de 39 años de edad-, quien albureó a Pedro Sola en más de una ocasión, y este ni cuenta se dio.
La publicación retomada por la cuenta de Twitter, “La Tía Sandra” lleva un breve texto de “¿Qué está pasando en Ventaneando?” Y es que el video sí está muy curioso.
En este se muestra a Ricardo Manjarrez diciendo primero “Dale Peter, dale”, acompañado de gemidos, pues el conductor le estaba haciendo un masaje.
Luego de ello, Ricardo Manjarrez cuestiona a Pedro Sola, sobre su elasticidad diciéndole “¿alcanzas a subir las piernas a mis hombros?”, lo que califica totalmente como otro albur.
Finalmente, el compañero de Pedro Sola termina el video diciendo “rico, sí”.
Cabe destacar que en un primer momento, Pedro Sola hizo una cara de seriedad cuando el reportero le dijo “Dale Peter, dale”, pero sin importarle el resto de albures este siguió dándole masaje.
¿Mucha confianza? Pedro Sola masajeando con sus pies a Ricardo Manjarrez lo demuestra
Pedro Sola fue albureado por Ricardo Manjarrez en tres ocasiones, pero esta confianza no es toda la que se muestra en el video.
El que Ricardo Manjarrez haya albureado a Pedro Sola y este no se haya molestado, no es lo más curioso, sino que lo que el conductor estaba haciendo.
Según lo dicho por él, le estaba haciendo un “masaje japonés” a Ricardo Manjarrez, de modo que con sus pies con calcetines puestos, se puso a darle masaje en la espalda.
Y sin importarle la posición, prosiguió a subir sus pies hasta los hombres, tal como Ricardo Manjarrez le pidió a Pedro Sola.