Shocker reaparece tras ser detenido en Oaxaca y confiesa su miedo a terminar en el centro de rehabilitación que necesita.
El pasado 3 de abril, Shocker -de 52 años de edad- fue detenido por causar destrozos en un hotel de Oaxaca.
Aparentemente, Shocker estaba bajo el efecto de sustancias y tras el incidente en Oaxaca ha recibido propuestas para acudir a una clínica de rehabilitación.
Shocker es consciente de que tiene adicciones, pero no se quiere atender
Tras ser liberado, Shocker viajó a Guadalajara para estar con su familia y contó a De Primera Mano por qué fue detenido.
“Estoy bien, muy tranquilo (…) Yo tenía todo contra la puerta porque estaba asustado por la forma en que me estaban agobiando (la policía) entraron, me forzaron y me sacaron”
Shocker
Shocker asegura que no estaba bajo los efectos de ninguna droga, pues llevaba un día y medio sin consumir sustancias.
“No se puede decir que recaía, porque yo nunca he parado la verdad, volví a reincidir. Yo no quería que me llevaran, yo no voy a salir de aquí si me quieren llevar a un centro de rehabilitación”
Schoker
El luchador dice que tenía miedo de que las autoridades se lo llevaran a un centro de rehabilitación donde se vulnerara su seguridad.
Shocker es consciente de que debe rehabilitarse, pero teme que lo lleven a un lugar donde su vida esté en riesgo y no tengan la atención especializada para alguien como él.
¿Tocó fondo? Shocker podría internarse en un centro de rehabilitación de Torreón
Shocker acusa a la autoridades de exponerlo al escrutinio público al sacarlo del hotel sin ropa y permitir que las personas lo insultaran.
Asegura que las autoridades comprobaron que no estaba ebrio o drogado, pero no reveló la verdadera causa de su detención.
Después de todos los problemas a los que se ha enfrentado, Shocker aceptará internarse en un centro de rehabilitación.
Gustavo Adolfo Infante -de 58 años de edad- le ofreció internarlo en un centro de rehabilitación de Torreón y él piensa aceptar la ayuda.
“Lo hablé con Gustavo para ver lo de la clínica de Torreón y estar ahí unos días. Tengo años en terapia y me he dado cuenta que el programa (de AA) es para quien lo quiere, no para el que lo necesita y hay que estar en una buena disposición”
Shocker
Shocker quiere mejorar su vida y está dispuesto a seguir con un tratamiento para combatir su adicción.
El luchador narra que no es la primera vez que está en rehabilitación, pero en estos lugares ha sufrido violencia psicológica.
Incluso, mientras estaba en una de estas clínicas, le dijeron que su hija estaba muerta para atormentarlo.
Shocker espera entrar en una clínica de rehabilitación en los siguientes días y asegura tener la voluntad para dejar las drogas.