La actriz mexicana Laura Zapata, reveló que ninguna de sus hermanas la apoyó con los gastos que generó la muerte de su abuelita Eva Mange.

Fue, tras un mes de la muerte de su abuela, cuando Laura Zapata de 65 años, señaló lo dicho, haciendo hincapié, precisamente en su hermana Thalía.

Recordemos que la cantante, quien reside en Estados Unidos, enviaba cada mes una pensión para contribuir con los gastos de doña Eva Mange.

Sin embargo, no asistió al funeral de su abuelita y fue duramente criticada, pues unos días después de su muerte, celebró el Día de la Independencia de Estados Unidos, en un yate, junto a amigos y su esposo Tommy Mottola.

Eva Mange en llamada con Thalía

Su media hermana comentó que Thalía no le ha marcado por teléfono para preguntarle sobre los gastos funerarios o del hospital, por lo que comentó que pretende pedirle directamente una cooperación, pues tuvo que paga todo sola.

“No me ha preguntado ni cuánto gasté en el funeral ni cuánto gasté en el hospital. Ya cuando tenga tiempo yo le diré: ‘Oye, fíjate que gaste esto, ¿gustas cooperar con algo?’”, contó Laura Zapata.

Cabe señalar que ambas mantienen comunicación, aunque únicamente intercambian mensajes cortos.

Asimismo, compartió cómo fueron los días al cuidado de su abuelita, quien murió a los 104 años.

Thalía y Laura Zapata

“Yo estaba al frente de mi abuela, yo estaba cuidando a mi abuela, yo me la llevé al hospital, yo tenía que sacar mi tarjeta para pagar y así fue”, declaró.

¿Laura Zapata envía indirecta a Thalía por no asistir al funeral de su abuela?

Laura Zapata comentó a la prensa mexicana que, quienes no asistieron al funeral de su abuelita, fue porque probablemente no les interesaba y se alegró de no haber contado con su presencia.

Precisó que “estuvo su tataranieta y estuvo quien tenía que estar”, antes de comentar que no le demostraron su cariño.

“La gente que tenía que estar, somos los que estamos y estamos los que somos. Qué bueno que no llegaron, cerraron con broche de oro que no les interesaba mi abuela y mi abuela tenía que ser querida, amada, cuidada, protegida y venerada”, dijo Laura Zapata para concluir.