Aunque formó parte de una de las bandas más icónicas del rock, Charlie Watts era todo lo contrario a lo que uno esperaría de un miembro de The Rolling Stones.
A pesar de su talento innegable y que le gustaba mucho tocar, Charlie Watts era más reservado que Mick Jagger y Keith Richards y no le gustaban las giras.
En reiteradas entrevistas, Charlie Watts declaró que aunque tocar con The Rolling Stones era increíble, le gustaría poder regresar a su casa todas las noches.
Literalmente no le gustaba salir de su casa, al grado que cuando no estaba con la banda, se la pasaba en su hogar con su familia todo el día, todos los días.
Tanto así que dedicó gran parte de su vida fuera de los escenarios a la crianza de caballos, los cuales él mismo cuidaba en su granja.
Desde hace unos años Charlie Watts declaró que si por el fuera, no le importaría que The Rolling Stones se retirará de una buena vez.
Aunque Charlie Watts pasó por una época “oscura” con un abuso moderado de alcohol y drogas, decidió rehabilitarse completamente en los 80.
Esto debido a que las sustancias estaban causando problemas con su familia, principalmente con su esposa Shirley Ann Shepherd.
Por lo que decidió dejar definitivamente de lado ese aspecto de su carrera, para disfrutar más de si vida en casa con su esposa e hija.
Charlie Watts no gustaba de la vida de “rockstar”
Charlie Watts jamás se consideró a sí mismo un rockstar, de hecho ese estilo de vida no le llamaba nada en absoluto.
Charlie Watts siempre se mantuvo lejos de escándalos de todo tipo y de los clásicos excesos de las bandas de los 60, 70 y 80.
Esto se podía ver incluso en su vestimenta, la cual era todo lo contrario a lo estrafalario y rebelde de Mick Jagger y Keith Richards.
En lugar de jeans, playeras, sacos estridentes, pañuelos y demás; Charlie Watts prefería vestirse con trajes y ropa de corte más sobrio.
Aunque llegó a consumir alcohol y drogas, en realidad jamás iba a las fiestas de The Rolling Stones después de los conciertos.
Si llegaba a asistir, era por poco tiempo, retirándose a su habitación de hotel para dormir tranquilamente.
Además no se sabe que haya tenido otra pareja más allá de su esposa Shirley Ann Shepherd, con la que se casó en 1964.
Charlie Watts siempre se mantuvo fiel a ella, rechazando constantemente los acercamientos de las gruppies en las giras de The Rolling Stones.
Curiosamente este nunca supuso un problema con sus compañeros de la banda, quienes querían y respetaban a Charlie Watts.
El mismo Keith Richards señaló en reiteradas ocasiones que no podía haber The Rolling Stones sin Charlie Watts.