Belinda y Danna Paola son dos de las cantantes más exitosas y queridas de México, motivo por el cual muchos de sus fans sueñan con que lancen una canción juntas.
La posibilidad siempre ha parecido lejana, pues en redes sociales constantemente Belinda, de 35 años de edad, y Danna Paola, de 29 años, son contrapuestas.
Pero, el reencuentro que tuvieron en el concierto de Natanael Cano, de 23 años de edad, ha vuelto a generar ruido, pues se les ha visto de lo más amigables. ¿Qué dicen ellas?
Belinda y Danna Paola se reencontraron en el concierto de Natanael Cano
Natanael Cano logró lo que parecía imposible: reunir a Belinda y Danna Paola durante su concierto del viernes 23 de agosto en el Estadio GNP Seguros, mejor conocido como el Foro Sol de la Ciudad de México (CDMX).
Lamentablemente, la reunión no sucedió en el escenario del recinto, como muchos lo han soñado, pero lo que ha desatado hype entre los fans del pop es la “buena ondez” con que se les vio convivir.
La reunión entre Belinda y Danna Paola se dio en uno de los camerinos de lo que fuera el Foro Sol, ahora Estadio GNP Seguros.
Así se les vio cantando y bailando La Mala, nueva canción de Belinda en la que habla sobre la fama no tan positiva que la intérprete de ‘Sapito’ tiene en el plano amoroso.
Danna Paola incluso intentó hacer una coreografía del tema, para rematar diciendo que le encantaba la letra con la que seguramente se identifica.
Así fue la participación de Belinda en el concierto de Natanael Cano que la reunió con Danna Paola
Y es que, la misma Danna Paola ha tenido relaciones de las que ya ni desea hablar y cuando le preguntan al respecto, muchas veces ha preferido correr para evitar los cuestionamientos.
Luego de su encuentro con Danna Paola, Belinda saltó al escenario con Natanael Cano, para cantar 300 noches, el tema que lanzaron a dueto.
Durante su show, Natanael Cano se dejó ver muy cariñoso con Belinda, tanto que la abrazó y hasta intentó morderle la oreja mientras ella cantaba su parte.
Belinda lució algo incómoda, pues a Natanael Cano parecían ya habérsele pasado las copas, por lo que le reclamó: No me dejas cantar.