Llegó el día, tras el regreso de Nacho Lozano, la periodista Pamela Cerdeira, de 42 años de edad, quedó fuera del programa “De pisa y corre”, el cual condujo a lo largo de dos años.
El motivo de la despedida de Pamela Cerdeira fue la llegada de Nacho Lozano, de 37 años de edad, quien tras probar suerte en Telemundo regresó a Imagen Televisión donde lo colocaron en el programa que le dio fama.
Pamela Cerdeira se despide de Imagen Televisión con el regreso de Nacho Lozano
Aunque a Pamela Cerdeira le tomó por sorpresa el despido ya que sus jefes le aseguraron que no habría cambios en “De pisa y corre” por el regreso de Nacho Lozano a la televisora, ella se despidió de la mejor manera.
Mediante la sección “El editorial de Pamela Cerdeira”, la periodista agradeció a sus exjefes la oportunidad de regresar a la televisión.
“Nada es para siempre, los programas son etapas que tarde o temprano terminan”, dijo y enseguida bromeó, “A menos que seas Chabelo y esto está bien”.
Y lanzó una poderosa reflexión: “Si todo fuera para siempre perdería su importancia. Algún día eso que está ahí se va acabar; si atraviesan por un momento difícil, se va acabar”.
Pamela Cerdeira agradece a sus jefes de “De pisa y corre” ahora que cede lugar a Nacho Lozano
Asimismo, Pamela Cerdeira agradeció al licenciado Olegario Vázquez Raña, de 87 años de edad, haberle prestado “sus juguetes” en esa etapa que fue increíble ya que le recordó cuando adora hacer televisión.
Así como dio las gracias a los productores y a Poncho Vera, de 49 años de edad, quien fue su compañero, y lo describió como una persona a quien sí le importa lo que pasa en el mundo ya que lo vio lleno de frustración frente algunas noticias.
Como era de esperarse, el programa transmitió los mejores momentos de la periodista antes de concluir el programa.
Poncho Vera se despide de Pamela Cerdeira con el regreso de Nacho Lozano
Por su parte, Poncho Vera se sintió apenado por no tener un discurso preparado; sin embargo, improvisando un poco reconoció a Pamela Cerdeira como un estupendo ser humano así como una gran mamá y excelente esposa, una amiga sincera y a prueba de balas.
“Eres una mujer valiente, integra, preparada, sensible, noble, es un honor conocerte y es un honor haber compartido este escritorio”, dijo para después fundirse en un abrazo.