Cuando Netflix trata de hacer una obra “basada en hechos reales”, las cosas o son muy buenas o dan pena; afortunadamente ‘SOMOS.’ es el primer caso.
‘SOMOS.’ es una serie de 6 capítulos que muestra en una ficción lo que sucedió antes, durante y poco después de la masacre de Allende.
Uno de los peores eventos surgidos dentro de la violencia generalizada en México; pero que pocos han querido hablar o recodar.
En su sexteto, ‘SOMOS.’ logra transmitir el pesado ambiente que es vivir bajo la sombra del crimen organizado.
Así como la inocencia que aún tiene mucha gente, antes de verse arrastrada por la vorágine de brutalidad que impera en el país.
No obstante, y hay que decirlo también, la serie tiene un par de problemas narrativos que a veces la llegan a afectar.
¿Qué fue la masacre de Allende que inspiró ‘SOMOS.’?
Para entender ‘SOMOS.’ primero hay que ponernos en contexto con lo que fue la mencionada masacre de Allende.
Como su nombre lo indica, y como lo muestra ‘SOMOS.’, la masacre de Allende fue un crimen de grandes proporciones en términos de violencia.
Sucedió en el municipio de Allende en Coahuila del 18 al 20 de marzo de 2011, siendo perpetrado por el cártel de “Los Zetas”.
Durante esos tres días desaparecieron y asesinaron a decenas de personas; oficialmente se habla de 42, pero investigaciones sugieren que fueron más de 300.
Además de quemar y saquear diversas casas y negocios en toda la localidad.
Estos eventos se desencadenaron luego de que los hermanos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales (Z40 y Z42) se enteraran de un supuesto traidor.
Este habría dado informes a la DEA acerca del PIN de los Blackberry de los hermanos Treviño con el fin de arrestarlos.
La DEA compartió dicha información con autoridades locales en Coahuila y Allende; sin embargo, esta se filtró, desatando la venganza.
El traidor habría sido identificado como miembro de la Familia Garza, misma que tenía un rancho en Allende.
La incursión de “Los Zetas” fue directamente en contra de los Garza, todo aquél que estuviera relacionado, así como transeúntes en el lugar y hora equivocada.
Aunque hubo decenas de llamadas a los números de auxilio, las autoridades no se presentaron en el lugar hasta días después, lo que indicaba complicidad.
La masacre de Allende fue olvidada debido al mutismo de autoridades mexicanas y de Estados Unidos.
Además, quienes fueron testigos decidieron callar por miedo a posibles represalias.
No fue hasta 2014 que se dio a conocer gracias a diversas investigaciones independientes, entre ellas la de Ginger Thompson.
‘Anatomía de una masacre’ de Ginger Thompson es el texto que sirve como guía para el desarrollo de ‘SOMOS.’
¿De qué trata ‘SOMOS.’?
Lo primero que hay que dejar en claro es que ‘SOMOS.’ no es un documento audiovisual duro, sino una narración ficticia basada en un evento real.
‘SOMOS.’ tiene más en común con ‘Rojo Amanecer’ e incluso ‘Luis Miguel, la serie’ que con ‘Bowling for Columbine’ o ‘Ayotzinapa, el paso de la tortuga’.
Una vez aclarado esto, ‘SOMOS.’ nos muestra como era la vida de varios personajes (civiles, autoridades y delincuentes), previo a la masacre de Allende.
Aunque cuenta con un reparto coral, hay dos líneas narrativas muy bien marcadas: la de los criminales y la del resto de la población.
La primera muestra cómo es la investigación de la DEA y sus consecuencias con el grupo delictivo, además de evidenciar cómo operan en Allende.
Vemos desde los “mandaderos” y “halcones” del lugar, hasta los jefes detrás de las operación, aunque con omisiones importantes.
Por el otro lado, tenemos todo tipo de personas, desde Doña Chayo, una mujer que vende hot dogs, y su familia; hasta un par de grandes ganaderos.
Se muestra como poco a poco, la vida de todos estos se va encontrando, hasta el momento de la violenta incursión del cártel en Allende.
Vemos a personas que nada tienen que ver con el crimen y que ni siquiera lo buscan, verse inmersos en ese mundo por mera casualidad y mala suerte.
Mostrando como un evento que parece aislado, tiene líneas de prolongación tan grandes que pueden afectarnos sin que nosotros lo sepamos.
Aunque hay momentos de alivio, en realidad todo el tono ‘SOMOS.’ es de tensión e incomodidad.
Dando como resultado un drama muy bien realizado, sobretodo por las grandes actuaciones de los protagonistas.
Los personajes son lo mejor de ‘SOMOS.’
Para definir el elenco de ‘SOMOS.’ la gente responsable decidió usar actores profesionales, amateurs y gente “normal”.
El resultado es una amalgama bien hecha que hace que ‘SOMOS.’ se sienta muy real.
Con un par de excepciones, actores y actrices siempre están en tono y son capaces de transmitir sus emociones de manera poderosa.
Sin embargo, si debemos destacar a Jesús Sida como “Paquito” y Mercedes Hernández como “Doña Chayo”.
De hecho es la trama de estos la que se lleva las palmas, al mostrar de manera orgánica las repercusiones que tienen eventos inesperados.
Eso sí, debemos mencionar que Netflix, ya sea para proteger a las víctimas o por razones narrativas, cambia el nombre de las personas involucradas.
Además que exagera y omite varias cosas por el bien del espectáculo; reiteramos, esto no es un documental serio sino un show televisivo.
De hecho los hermanos Treviño no aparece como tal, se sugiere que ellos están ahí; pero jamás de manera explícita.
Aún así el elenco de personajes funciona muy bien en ‘SOMOS.’ y cumplen cabalmente con su papel.
¿Cuáles son los problemas de ‘SOMOS.’?
‘SOMOS.’ no es perfecta, pues aunque cumple como show y elemento de visibilización de un delito; tienes dos problemas a nivel guión.
Estos problemas de ‘SOMOS.’ son contradictorios: por un lado tenemos tramas de relleno y por el otro agujeros que tienen que ser llenados por el espectador.
En una ironía, lo anterior se da por culpa de tener varios personajes interactuando al mismo tiempo en varias tramas, que no siempre reciben tiempo en pantalla.
Algunas que sería interesante revisar más a detalle, son omitidas por capítulos enteros y resueltas en una secuencias de algunos segundos.
Mientras que otras no tan importantes, se les da un tiempo exagerado sin que aporten nada fuerte al relato.
Se entiende el punto de mostrar la vida cotidiana en Allende y cómo esta se vio destruida con la masacre, afectando a personas de todo tipo y estratos sociales.
Sin embargo, con algunos protagonistas se siente una necesidad artificial de generar empatía, pues se sabe que algo malo les pasará.
De ahí que de nueva cuenta destaquemos a Paquito y Doña Chayo, pues su historia es la que mejor se maneja.
Realmente te importan ambos y ves cómo van evolucionando a la par de la narrativa principal, la investigación de la DEA y las consecuencias con el cártel.
Junto a ellos podemos mencionar también a Benjamín Linares, interpretado por magistralmente por Jero Medina.
Que representa a otro estrato social de Allende que también se ve arrastrado por el crimen organizado y aporta mucho al relato.
Y claro, toda la trama con los personajes del cártel, como los hermanos Moreno, también resulta interesante y bien llevada.
Del otro lado tenemos una trama de amor adolescente no acaba de embonar hasta casi el final de la serie.
Sin olvidar algunos discursos sociales que se quedan en eso, en meros discursos o menciones y jamás se ahonda en ellos.
‘SOMOS.’ Es la producción mexicana que necesitaba Netflix
A pesar de ciertos fallos en el guión, ‘SOMOS.’ es la mejor producción mexicana que ha tenido Netflix en los últimos años.
No sólo a nivel de gasto de recursos, estética, actuaciones y narrativa; también por el fundamento detrás de ‘SOMOS.’
Pues rompe con la criticada idealización de la narcocultura, para mostrarnos de una manera un poco más realista cómo opera el crimen organizado.
‘SOMOS.’ no trata de ser divertida; es pesada, incomoda y frustrante, pero esto es lo que te atrapa, volviéndolo un producto por demás destacado.
Incluso sus errores llegan a funcionar a su favor, pues las omisiones que se hacen en la historia te obligan a investigar más del caso.
El que en una equivocación ‘SOMOS.’ no te muestre partes importantes del relato, hace que vayas a las fuentes originales para llenar esos huecos en el guión.
Así en un extraño giro, cumple su objetivo: dar a conocer uno de los capítulos más sangrientos y olvidados de la historia reciente del país.