México.- La tragedia no termina para Tlahuelilpan, municipio hidalguense donde se registró la explosión de un ducto que previamente había sido perforado por pobladores para extraer combustible durante la crisis de abasto que afectó particularmente a la entidad.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) confirmó mediante un comunicado, los altos niveles de contaminación del suelo donde se produjo la explosión en el poliducto Tuxpan-Tula en la localidad de San Primitivo.

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De acuerdo con la dependencia federal, los niveles superan los límites que establece la Norma Oficial Mexicana NOM-138-Semarnat/SSA1-2012, por lo que solicitaron a la Fiscalía General de la República (FGR) que practique muestras sobre el suelo en diversos puntos de la zona afectada para conocer el “impacto ambiental” que se originó con la explosión del 18 de febrero.

Los resultados de análisis de laboratorio en las 27 muestras, mostraron que en el área existe presencia de “hidrocarburos totales de petróleo en su fracción ligera”, así como benceno, tolueno, etilbenceno y xileno (BTEX).

Contaminación tóxica para fauna y flora en San Primitivo

Las concentraciones en fracción ligera se ubican dentro de un rango de detección de 0.04 mg/kg hasta 3 mil 218.56 mg/kg, aunque el máximo sobre suelo agrícola es de 200 mg/kg; en el caso del BTEX, los rangos van de 0.07 mg/kg a 16.82 mg/kg, siendo la concentración máxima admitida de 6 mg/kg.

Los especialista afirman que si bien el suelo asimila una serie de alteraciones, sólo es posible si no rebasa los límites de su propia capacidad de asimilación.

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Otros efectos perniciosos incluyen: la disminución del rendimiento de los cultivos, así como la contaminación de las aguas superficiales y freáticas por el proceso de transferencia.

La Profepa recalcó que la principal concentración de hidrocarburos se ubica en el área del canal de riego.