México.- El activista Julián Carrillo Martínez, líder de la comunidad rarámuri y defensor del medio ambiente, fue asesinado la noche del pasado miércoles, en la comunidad de Coloradas de la Virgen, perteneciente al municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua.
Carrillo Martínez era beneficiario del Mecanismo Nacional de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas de la Secretaria de Gobernación (Segob), pero esto no impidió que presuntos sicarios le quitaran la vida.
A través de un comunicado, diversas organizaciones en defensa de los Derechos Humanos informaron que de acuerdo con integrantes de la organización Alianza Sierra Madre, previo a su asesinato, el activista avisó que había huido a un cerro porque sujetos armados lo estaban persiguiendo.
Más tarde, el hijo de Julián Carrillo llamó a la organización para informar que había escuchado una balacera y creía que habían asesinado a su papá. Una hora más tarde, se encontró el cuerpo del activista.
En febrero de 2016, Julián presenció el asesinato de su hijo Víctor Carrillo Carillo, pero gracias a que se encontraba fuera del inmueble donde ocurrieron los hechos, pudo salvar la vida.
Además de su hijo y ahora él, otros familiares de Julián Carrillo han sido asesinados en los últimos años: Guadalupe Carrillo Polanco (sobrino, julio 2016); Alberto Quiñones Carrillo (sobrino, septiembre 2017); Francisco Chaparro Carrillo (yerno, 1 de julio de 2018).
supieron, por una llamada telefónica, que Julián había sido asesinado, pero antes había huído hacia un cerro desde donde habló para comunicar que varios sicarios estaban persiguiéndolo.
Fue el hijo de Julián quien volvió a comunicarse, desde el teléfono satelital que tienen como parte de las medidas de protección, para informar que había escuchado una balacera y creía que habían asesinado a su papá. Una hora más tarde, se encontró el cuerpo de Julián.
En febrero de 2016, Julián presenció a corta distancia el asesinato de su hijo Víctor Carrillo Carillo y sólo libró el ataque porque se encontraba fuera de la vivienda donde sucedió el crimen.
Las organizaciones que firmaron el comunicado afirmaron que la muerte de Julián Carrillo pudo haber sido prevenida, ya que un mes antes se notificó al Mecanismo de Protección y a la Fiscalía General de Justicia del Estado (FGJ) sobre el desplazamiento forzado de Julián y otros líderes de la comunidad, tras el asesinato de su yerno, ocurrido el 1 de julio pasado.
Ante ello, las organizaciones urgieron a la FGE a investigar oportuna y diligentemente el caso, para procesar y castigar a los responsables del crimen.
Además de Julián, otros miembro su familia han sido asesinados desde el año 2016: Guadalupe Carrillo Polanco (sobrino, asesinado en julio de 2016; Alberto Quiñones Carrillo (sobrino, asesinado en septiembre de 2017); Francisco Chaparro Carrillo (yerno, asesinado el 1 de julio de 2018).