México.- La imagen de ?capo generoso? de Joaquín Guzmán Loera podría caerse luego de que un periodista investigara en Badiraguato las presuntas donaciones y obras de buena fe del líder del Cártel de Sinaloa.

Todos en la ciudad natal de ?El Chapo? han escuchado historias de su presunta benevolencia pero encontrar a alguien que realmente haya recibido o visto alguno de los obsequios ?es otra cuestión?.

La agencia Associated Press entrevistó a veinte personas para encontrar rastro de los presuntos regalos a los menos favorecidos pero nadie pudo mencionar alguna evidencia.

?Es un mito que han creado, que algún narcotraficante haya invertido en Badiraguato?, dijo el alcalde Mario Valenzuela. ?Yo no veo un edificio que esta produciendo empleo; yo no veo una obra pública, una cancha, un techumbre, un drenaje, una escuela, un sistema de agua potable, una casa de salud o un hospital que ustedes puedan decir que fue construido con dinero del narcotráfico o con recursos de ellos?.

Valenzuela asegura que si Guzmán Loera o alguno de los integrantes del cártel hubieran invertido en sus comunidades estas ?tendrían otra cara?. Tendrían pavimento o drenaje pero no lo tienen. ?Y no lo tienen porque es un mito lo que han creado de este apoyo social?.

De acuerdo con la información de la agencia ?los caminos que llevan a La Tuna siguen siendo de tierra y el mismo Badiraguato carece de señales de dinero, como los concesionarios de automóviles de lujo, los mausoleos palaciegos, los conjuntos cerrados de viviendas nuevas de acceso restringido, o decenas de cambistas callejeros con dólares baratos, y que son tan obvios y comunes en Culiacán, la capital del estado ubicada a hora y media de distancia?.

Y concluye: ?Haya o no evidencia de sus regalos, para algunos el capo es un Robin Hood de quien se dice comparte su riqueza con los pobres y tiene cuidado en no afectar a inocentes cuando efectúa sus letales ajustes de cuentas?.

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