México.- El 4 de mayo de 2019, la maestra Victoria fue invitada a una fiesta para celebrar el Día del Maestro en Ciudad Juárez, Chihuahua. Una alumna amiga la invitó y ella acudió porque pensó que la reunión sería grande con más profesores de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), donde ella laboraba, pero en el lugar solo se reunieron ambas mujeres con otros 5 maestros hombres.
Luego de algunas horas, la maestra decidió que era momento de retirarse pero cuatro de los docentes en la fiesta la retuvieron y la violaron durante varias horas; Victoria pidió ayuda pero su amiga estaba inconsciente, y luego fue sacada del lugar por profesor testigo, Arturo Paz, quien se retiró sin hacer nada.
Al día siguiente, la maestra despertó sola y desubicada. Salió, llegó a su casa e intentó pensar que no pasó la violación tumulturia en su contra. Quiso seguir con su vida pero no pudo y por eso se acercó a pedir ayuda para denunciar su caso; contactó a su amiga de la fiesta, quien al inicio la apoyó pero luego cambió su actitud, y a una psicóloga.
El 7 de mayo quedó la denuncia por violación, la Fiscalía General del Estado (FGE) le realizó exámenes psicológicos y médicos que confirmaron la violación sexual en su contra, y con ello, tres órdenes de aprehensión fueron emitidas contra los docentes de la UACJ.
Hasta ahora, solo la detención contra Geovani Esaú está hecha, pero el proceso penal sigue estancado por la continua suspensión de audiencias. Los otros acusados por la maestra son Israel Arubi, Alejandro y Roberto, todos ellos ex profesores que siguen libres.
Filtración, revictimización y campañas de difamación contra Victoria
El nombre de Victoria es ficticio a petición de la maestra, quien no quería que su caso se hiciera público, pero en mayo de 2019 un medio local publicó detalles de la investigación por una filtración de información por parte de la FGE. Desde ahí, la maestra comenzó a ser revictimizada y por tal situación, hay dos quejas: una ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos, y otra frente a la CNDH.
La maestra también se reunió con la Universidad para informar sobre la denuncia contra los cuatro docentes; el rector Juan Ignacio Camargo Nassar le afirmó que sería apoyada por la institución, aunque desde la misma UACJ, profesores han sido parte de campañas de difamación contra la víctima, desvirtúan su testimonio y un docente, que sería testigo de la agresión identificado como Arturo Paz, sigue dando clases.
Durante los meses siguientes a la denuncia, Victoria continuó siendo revictimizada hasta por su abogada que pertenece a la asociación Casa Amiga; un día mientras ambas estaban reunidas para revisar lo que seguía en la investigación y el proceso, la asesora le dijo “a usted nadie la obligó a ir a esa fiesta y tomar, ¿no será que se inventó todo?”.
Por ello es que la maestra decidió buscar apoyo con abogados privados, quienes hasta ahora la siguen acompañando. Además, el medio local que publicó la filtración de información publicó más notas contra la víctima, incluso en una columna opinión sin firma, la acusan de arruinar la vida de cuatro docentes y para apoyarse, ella buscó a colectivas estudiantiles feministas, quienes han integrado en sus demandas la exigencia de justicia por la violación.
Proceso retrasado y falta de justicia
La audiencia inicial contra Geovanni, quien fue detenido el 4 de agosto de 2019, ocurrió hace más de un año y sin embargo, el proceso no ha avanzado a la etapa intermedia por varios trámites de amparo que ha interpuesto la defensa del acusado, que son parte de la Asociación de Abogados Penalistas de Ciudad Juárez.
Al inicio, el detenido negó las acusaciones en su contra y dijo que la maestra lo denunció por una cuestión política; “la audiencia inicial dio un giro político, él negó la violación y dijo que yo quería afectar su carrera política. Yo aclaré que era una maestra por honorarios y no sabia de qué estaba hablando”.
En esta primera audiencia, la defensa pasó media hora haciendo preguntas revictimizantes a Victoria: “que por qué estaba ahí, por qué me había vestido así, qué si tomé alcohol, cómo era mi vida” y no sobre lo relacionado con lo que pasó el día de la violación tumultuaria. La decisión de la jueza de control fue la vinculación a proceso de Geovanni, pero no ha habido más avances.
Para el pasado 31 de agosto 2020, estaba programada la audiencia para comenzar la etapa intermedia por el proceso penal contra Geovanni, sería por la aplicación Zoom debido a la pandemia por Covid-19, pero cuando la víctima junto a sus asesores ya estaba esperando, se les comunicó que la sesión fue pospuesta.
La fecha nueva fue 11 de septiembre, pero se volvió a posponerse porque según le explicaron a Victoria, primero deberán resolver un amparo más y hasta hoy, se encuentra a la espera de que se confirme la fecha definitiva para reubicar dicha etapa.
No buscan a los otros agresores
Victoria intenta comunicarse con el ministerio público a cargo de la investigación para localizar a los otros tres agresores pero no le responden; sabe que no los están buscando y esa es una de sus principales exigencias.
En entrevista con SDPnoticias, explicó que por todas la omisiones y la filtración de información, la queja ante la CNDH es contra la Fiscalía, el Diario de Juárez y la UACJ porque Arturo Paz, testigo de la agresión y partícipe de las campañas de difamación, sigue dando clases. Sobre esto, alumnas también han protestado por su destitución pero no han sido atendidas.
Victoria también busca que la UACJ cree un protocolo contra la violencia hacia las mujeres, pues no hay quién guíe a las víctimas en un proceso de denuncia al interior de la institución y por eso los profesores acusados de acoso, siguen dando clases.
Desde este año 2020, Victoria ya no es docente de la universidad porque la institución le comunicó que "ya no requerían de sus servicios"; sin embargo, el hostigamiento en su contra continúa, en particular por parte del Secretario General del Sindicato de maestros de Instituto de Ingeniería y Tecnología (IIT) y del de Arquitectura, Diseño y Arte (IADA) de la UACJ, José Rurik Farias, quien es cercano a Geovani porque antes éste era delegado sindical.
Finalmente, la maestra compartió que ha tenido que llevar terapia psicológica para avanzar en superar la agresión en su contra; también asegura que el acompañamiento familiar y de su círculo cercano ha sido esencial para seguir con su vida aunque insiste que continuará con la exigencia de justicia hasta que sean sancionado los responsables.