Martí Batres, jefe de gobierno de la Ciudad de México (CDMX), aseguró que el agua de la capital no representa graves riesgo para la salud, pero brindó una serie de recomendaciones.
En conferencia de prensa, adelantó el agua de la alcaldía Benito Juárez no implica “riesgos graves”, además indicó que como medida preventiva se optó por cerrar el pozo Alfonso XIII.
Sin embargo, a fin de evitar daños en la salud de los capitalinos, Martí Batres brindó una serie de recomendaciones para no usar agua contaminada.
Martí Batres hace estas recomendaciones para evitar uso de agua contaminada
Martí Batres, en conferencia de prensa sobre agua contaminada en la Benito Juárez, hizo una serie de recomendaciones con respecto al uso de agua de la llave y de cisternas.
A fin de evitar malestares por el uso de agua no purificada, el jefe de gobierno recomendó lo siguiente:
- No beber el agua de la llave
- No beber agua de cisterna
Usar agua no purificada únicamente para:
- Lavar pisos
- Lavar carros
- Uso en el baño
Respecto a las medidas de higiene, sugirió que los tinacos únicamente deben ser aseados con desengrasantes para evitar la posible contaminación de cuerpos de agua.
Sin embargo, no descartó que continúen las investigaciones técnicas y de laboratorio para confirmar o descartar la presencia de sustancias.
Martí Batres asegura que olor a combustible ya no se reporta en casas de la Benito Juárez
Aunque los estudios de laboratorio demostraron que no había combustibles en el Pozo Alfonso III, vecinos afirmaron que se percibía olor a gasolina en agua de las casas de Benito Juárez.
En su declaración de este 13 de abril, Martí Batres indicó que el olor ha comenzado a desaparecer y que solo permanece en lugares donde están contaminados los depósitos de agua de los hogares.
Cabe recordar que en los estudios presentados por Myriam Urzúa, titular de Protección Civil, se descartó la presencia de combustible en el pozo de Alfonso XIII, de la alcaldía Benito Juárez.
En seguimiento a la contaminación del agua, la dependencia indicó que se realizaron pruebas de explosividad en más de 600 hogares de la alcandía y el resultado fue negativo.